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Biblioteca Parroquia Santa Madre de Dios

SEXTA CLASE

 

EL CANTO Y LA MUSICA EN LA LITURGIA 

"La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable, que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la Liturgia solemne… La Música Sacra, Por consiguiente, será tanto más santa cuanto más íntimamente se halle unida a la acción litúrgica…Además, la Iglesia aprueba y admite en el culto divino todas las formas de arte auténtico, siempre que estén adornadas con las debidas cualidades." (SC 112)

 

"La acción litúrgica reviste una forma más noble cuando los oficios divinos se celebran solemnemente con canto y cuando en ellos intervienen los ministros sagrados y el pueblo también participa activamente." (SC 113)

 

EL CANTO EN LA BIBLIA Y EN LA LITURGIA
El canto es una realidad religiosa en toda la Biblia y, particularmente en todo los Evangelios. El propio Señor acudía a la sinagoga según su costumbre (cf. Lc 4, 16) y allí tomaba parte en el canto de los salmos. En la Última Cena cantó los himnos del rito pascual (cf. Mt 26, 30).

 

espiritualidad biblica: El canto en la Biblia está precedido por el reconocimiento de la presencia de Dios en sus obras de la creación y en sus intervenciones salvíficas en la historia. El ejemplo más acabado son los salmos, que abarcan todas las formas de expresión sonora, desde el grito y la exclamación gozosa hasta el cántico acompañado de la música y la danza (cf. Sal 47,2.7; 81,2; 98,4.6, etc.).

 

 

LOS VALORES DEL CANTO DE LA LITURGIA
Aunque casi nunca surge la pregunta ¿por qué cantamos en nuestra celebraciones?, es bueno dar razones sobre esta actitud.

 

El canto expresa y realiza nuestras actitudes interiores. Expresa las ideas y los sentimientos, las actitudes y los deseos. Es un lenguaje universal con un poder expresivo que muchas veces llega a donde no llega la sola palabra. En la liturgia el canto tiene un función clara: expresa nuestra postura ante Dios (alabanza, petición) y nuestra sintonía con la comunidad y con el misterio que celebramos.

El canto hace comunidad. El canto pone de manifiesto de un modo pleno y perfecto la índole comunitaria del culto cristiano. Cantar en común une. Nuestra fe no es sólo asunto personal nuestro: somos comunidad, y el canto es uno de los mejores signos del sentir común.

El canto hace fiesta. El valor del canto es el de crear un clima más festivo y solemne, ya sea expresado con mayor delicadeza la oración o fomentando la unidad. "Nada más festivo y más grato en las celebraciones sagradas, exprese su fe y su piedad por el canto" (MS 16).

La función ministerial del canto. La razón de ser de la música en la celebración cristiana le viene de la celebración misma y de la comunidad celebrante. La música y el canto tienen dos puntos de referencias: el ritmo litúrgico y la comunidad celebrante. El canto sirve "ministerialmente" al rito celebrado por la comunidad.

El canto, sacramento. Dentro de la celebración, el canto y la música se convierten en un signo eficaz, en un sacramento del acontecimiento interior. Dios habla y la comunidad responde con fe y con actitudes de alabanza; se encuentran en comunión interior. El canto es un verdadero "sacramento", que no sólo expresa los sentimientos íntimos, sino que los realiza y los hace acontecimiento.

  

 

FUNCION MINISTERIAL DEL CORO El coro es ministerialmente un elemento importante para la participación litúrgica en general y para el canto del pueblo en concreto. Todo depende de que se plantee bien su función. No se trata de un coro que suplica o suplante el canto del pueblo asumiendo en solitario las funciones que corresponde a la asamblea. Pero sí de un coro que enriquezca el canto del pueblo que, creando espacios de descanso, fomente la contemplación del ministerio, que ayude a dar un color más propio a cada una de las celebraciones y que finalmente anime el canto de toda la asamblea. Entonces, ¿cuáles serán las facetas del coro?.
·       Enriquecer el canto del pueblo (con facilidad).
·        Crear espacios de descanso que fomenten la contemplación(el silencio es la llave para la escucha de la voz del Señor).
·        Dar un colorido más propio a cada una de las celebraciones del año litúrgico.
·         Animar el canto de la asamblea.

 

CRITERIOS DE SELECCION DE CANTOS EN LA MISA 

canto de entrada
Es la primera expresión de fe, de unidad, del sentido de la celebración y de la alegría de hermanos que se encuentran entre ellos y con su Padre Dios. La liturgia es celebrada por un pueblo, el Pueblo de Dios; cada uno y todos participan según su función propia. Pertenece al pueblo, en este momento, manifestar su fe y sus alegrías.

Debe tener una relación con el tiempo litúrgico o la fiesta que se celebra.

Debe manifestar la alegría del encuentro de un pueblo reunido para celebrar a su Señor.

Es un canto que acompaña la procesión de entrada (conviene que haya una procesión hacia el altar, constituida al menos por el sacerdote y sus acólitos).

 

"Señor ten piedad" y "Gloria"
El canto del "Señor ten piedad" (Kyrie eleison) nos ayuda a expresar que el Hijo conoce nuestra condición humana y que venció el pecado del mundo. El himno del "Gloria" es una hermosa Doxología o alabanza a Dios, fruto de la inspiración poética de las comunidades cristianas primitivas.

 

Estos cantos no son presidenciales: son cantos de la Asamblea. Pueden ser rezados o cantados a dos coros.

El "Gloria" no puede ser reemplazado por otro canto de alabanza.

Debe mantenerse la letra que viene en el Misal, ya que se trata de uno de los más hermosos textos de la iglesia primitiva.

Existen formas de cantarlo sin mutilarlo ni alterarlo, y vale la pena adoptarlas o componer nuevas; e incluso recitarlo debidamente, pero en ningún caso seguir cantando que aunque dice "gloria" no tienen nada que ver con este Himno.

Cantos interleccionales
Nos referimos al Salmo responsorial y al Aleluya (alabad-Yahveh). El Salmo corresponde a la Asamblea que formula su respuesta a la Palabra utilizando las mismas palabras inspiradas por Dios. El Aleluya es un canto de alabanza por el que nos disponemos a escuchar al Señor Jesús que nos habla en el Evangelio.

 

Para que el Salmo cumpla su función litúrgica no debe ser reducido a una simple lectura: normalmente debe ser cantado, por lo menos la antífona a manera de estribillo.

No se debe cambiar el Salmo por cualquier canto religioso: sería empobrecer la Liturgia de la Palabra, ya que el Salmo es un texto bíblico por el cual Dios habla a su Pueblo, y además tiene relación con la lectura bíblica.

Canto de presentación de los dones
Es un canto de la Asamblea que acompaña este momento en el que se ofrece el pan y el vino que se convertirán en el Cuerpo y en la Sangre del Señor.

 

Es un canto que lleve el sentir de la asamblea, que ofrece el esfuerzo realizado en la jornada o semana que culmina.

Debe expresar necesariamente el ofrecimiento del pan y del vino que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre del Señor.

Debe relacionar la vida como ofrenda que se une a la oblación del Hijo por amor.

 

Santo, Aclamación eucarística y Amen
El "Santo" que sigue el Prefacio es la mayor aclamación de la Misa; por eso debe ser el primer canto por orden de importancia. La "aclamación eucarística" es la respuesta de la Asamblea a la monición del sacerdote cuando dice: "este es el sacramento de nuestra fe". Al terminar la Plegaria eucarística, la Asamblea dice "Amén" para unirse a la Doxología expresada por el sacerdote. 

El "Santo" no debe ser cambiado por otro canto religioso; debe conservarse la letra que aparece en el Misal Conviene que la Asamblea responda con el canto a la monición del sacerdote después de la consagración: "...Este es el sacramento de nuestra fe"..

 

La Doxología ("Por Cristo, con Él…) la pronuncia sólo el sacerdote: la Asamblea se une con el "Amen" (puede ser cantado, aunque el sacerdote no hubiera cantado la Doxología).

 

Padre Nuestro, Cordero de Dios

La "oración dominical" puede ser cantada. En tal caso, debe conservarse el texto litúrgico, tal como aparece en el Misal. 

 

Criterios

Lo mismo vale para el "Cordero de Dios". No existe ningún texto litúrgico para el Canto de la paz.

 

Canto de Comunión

Después de las preparaciones y de las insistencias en el Cuerpo de hermanos que formamos en Cristo, resuena la invitación en el Apocalipsis: "Dichosos los invitados a las bodas del Cordero" (19,9): proclama la participación en la Cena Definitiva que la comunión sacramental es participación en el Reino ya presente, de la comunión con Dios.

El canto de comunión empieza cuando comulga el sacerdote y se prolonga mientras comulgan los fieles, hasta el momento que parezca oportuno.

El canto debe expresar, por la unión de voces, la unión espiritual de quienes comulgan, demostrar la alegría del corazón y hacer más fraternalmente la procesión de los que van avanzando para recibir el Cuerpo de Cristo.

El contenido del canto ha de ser propiamente "eucarístico" (agradecer la presencia real de Jesús en el sacramento y la comunión que Él realiza en los hermanos)

Canto de meditación o acción de gracias
En el caso de que se entone un himno después de la comunión ese canto conclúyase a tiempo (para dar lugar a la oración final).

Puede ser un Salmo, un himno de acción de gracias, o algún otro canto de alabanza, pero siempre inspirados en la Sagrada Escrituras (aunque no recoja ningún texto bíblico en particular).

En caso de celebrarse la memoria de las Bienaventurada virgen María, puede entrar en este momento un canto mariano. Lo mismo si es la fiesta de un santo.

En cambio, no sería litúrgico emplear cantos con motivos profanos.

Canto Final
Es preciso que la Eucaristía tenga una conexión con la vida: que salgan las participantes con un compromiso, con una esperanza, con la sensación de haber crecido en la fraternidad y la decisión de dar testimonio en medio del mundo. No es obligatorio cantar al final en caso de hacerlo, debe expresar lo mencionado anteriormente (alabanza, gratitud, compromiso, testimonio).

También puede entonarse un canto profano cuyo tema sea religioso o el himno del santo cuya fiesta se ha celebrado.

QUINTA CLASE

LA PALABRA DE DIOS SE VIVE EN LA LITURGIA 

«La importancia de la Sagrada Escritura en la celebración de la liturgia es sumamente grande, puesto que de ella se toman las lecturas que luego se explican con la homilía y los salmos que se cantan» (SC 24) 

GENERALIDADES
La Palabra de Dios ocupa un puesto preeminente en la celebración litúrgica, pues es vital para la comunidad cristiana: «la Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios» (OLM 7: Ordenación de las Lecturas de la Misa, 1981, 2ª. edición típica). Por eso «la Iglesia siempre ha venerado las Sagradas Escrituras como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo» (DV 21). 

 LA SAGRADA ESCRITURA EN LA TEOLOGIA DEL VATICANO II: La Palabra leída y proclamada en la liturgia es uno de los modos de la presencia del Señor junto a su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica : «Está presente con su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura» (SC 7). En efecto, la Palabra encarnada «resuena» en todas las Sagradas Escrituras, que han sido inspiradas por el Espíritu Santo con vistas a Cristo, en quien culmina la revelación divina (cf. DV 11-12; 15-16, etc.). La misma homilía, cuya misión es ser «una proclamación de las maravillas obradas por Dios en la historia de la salvación o misterio de Cristo: misterio, que está siempre presente y activo en nosotros, particularmente en las celebraciones litúrgicas.» (SC 35,2; cf. 52), goza también de una cierta presencia del Señor, como afirma el papa Pablo VI: «(Cristo) está presente en su Iglesia que predica, puesto que el Evangelio que ella anuncia es la Palabra de Dios y solamente se anuncia en el nombre, con la autoridad y con las asistencia de Cristo...» (cf. Mysterium Fidei , n. 20). 

 EL LECCIONARIO: Se llama leccionario al libro que contiene un sistema organizado de lecturas bíblicas para su uso en las celebraciones litúrgicas, Como ya hemos intuido, la comunidad cristiana al principio leía directamente la Biblia, con amplia libertad de elección, Pero pronto se vio la conveniencia de una selección de lecturas para los diversos tiempos y fiestas.  Las diversas familias litúrgicas de Oriente y Occidente fueron configurando con criterios de selección propios sus leccionarios. Casi siempre fueron fieles a las tres lecturas: el profeta, el apóstol y el evangelio, para la Eucaristía. Algunos de los más antiguos y famosos son el «Comes de Würzburg», el más antiguo en Occidente, y el Leccionario armenio de Jerusalén, en Oriente. En la reforma del Vaticano II, una de las realidades que más riqueza a aportado a la celebración son los nuevos Leccionarios. Misal Romano consta de dos libros: el Misal, que es el libro del altar o de las oraciones, y el Leccionario, el «Ordo Lectionum Missae» (=OLM). Este segundo está dividido en varios volúmenes: el leccionario dominical en tres ciclos, el ferial en dos, el santoral, el ritual para los sacramentos, el de las misas diversas y votivas, siguiendo así la consigna del Concilio de ofrecer al pueblo cristiano una selección más rica y más variada de la Palabra de Dios (cf. SC 51).  El Leccionario usado en la celebración liutúrgica debe ser digno, decoroso, que manifieste en su misma apariencia el respeto que a la comunidad cristiana le merece su contenido: la Palabra que Dios nos dirige (cf. OLM 35-37). Por eso se rodea de signos de aprecio: el que proclama el Evangelio besa el Libro, que antes se puede llevar en procesión al inicio de la Misa e incensar en días festivos, etc.El leccionario proclamado, domingo tras domingo, o día tras día, a la comunidad cristiana, es el mejor catecismo abierto, que continuamente alimenta y ayuda a profundizar la fe (cf. OLM 61). 

 «salmo responsorial»: no es un canto cualquiera, sino un salmo; y además, porque su forma de realización es responsorial, o sea, la comunidad va respondiendo con su estribillo o antífona, a ser posible cantada, a las estrofas que va recitando o cantilando el salmista.

CUARTA CLASE

CUARTA CLASE 

LOS MINISTERIOS DE LA SANTA MISA 

Otro concepto que debemos entender es Ministerio. En Latín, la Palabra Ministerio significa Servicio. De ahí que un Ministro que ejerce un Ministerio es un servidor de la comunidad.Cristo resume su vida no en ser servido, sino en servir, y esto nos pone de frente a la importancia que tiene el hecho de servir en cualquier ministerio. El ministerio, el servicio a los demás, nos asemeja a Cristo. El que no vive para servir, no sirve para vivir; en otras palabras, no está haciendo nada vivo. Por eso, todos debemos siempre preguntarnos, ¿Qué Ministerio estoy yo ejerciendo en mi comunidad?.  San Marcos 16,15 nos dice: "Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la Creación". Y esa Buena Nueva la anunciamos cuando Predicamos y Proclamamos la Palabra de Dios. Nos sigue diciendo San Marcos 16,16, que "El que crea se Salvará y el que no crea se condenará". Por tanto, la fe viene con la Predicación de la Buena Nueva, por la profecía, recordando que profetizar no es tanto anunciar cosas desconocidas, sino dar a conocer lo que Dios dice a su pueblo, y el profeta lo dice solo por la acción de Espíritu que lo impulsa. Eso es profetizar.  

LOS LECTORES EN LA SANTA MISA

 El Lector o Proclamador de la Palabra no solo tiene un oficio en la Iglesia. El Proclamar la Palabra de Dios es una Dignidad, es una Misión Divina, y esa dignidad no la puede ejercer cualquier persona que simplemente lea bien, si antes no ha penetrado en el contenido de esa Palabra, si no vive el Mensaje de esa Palabra.. Cuando un lector proclama, está ejerciendo un Ministerio tan importante, como el del Sacerdote y el diácono. El Sacerdote no puede comer el Pan de la Eucaristía, si antes no se ha comido el Pan de la Palabra de Dios, porque tiene como oficio transmitir al pueblo los mandatos de Dios. A veces podemos minimizar o disminuir la dignidad de la Palabra de Dios en muchas formas, a veces con nuestra forma de vestir, a veces con nuestro comportamiento, a veces con el vocabulario, y otras veces con formas y actitudes que plantean ciertas interrogantes a los que nos observan. En cualquier ministerio que sea, y digamos que muy especialmente para la Mesa de la Palabra, debemos usar la vestidura que exteriormente nos prepare para ese ministerio. El lector debe compenetrarse bien del texto que va a leer, de su contenido y del mensaje, antes de proclamarlo. Esto es una responsabilidad del lector. Debe llegar más o menos 15 minutos antes, para leer otra vez el mensaje, para percatarse de nuevo del mensaje y asegurarse de que conoce bien y puede proclamar bien todo lo que hay en el texto, de las palabras en las que debe poner especial cuidado al pronunciarla para que se oiga bien, etc. Además, debe leer muy bien el texto, entenderlo bien, meditarlo, y sobre todo aplicarlo a su vida.  En la Celebración Eucarística hay dos grandes momentos: La Liturgia de la Palabra y la Liturgia de la Eucaristía. La Liturgia de la Palabra, que va desde el inicio hasta la oración de los fieles, yLa Liturgia de la Eucaristía, que va desde la presentación de las ofrendas hasta el final. Ambas mesas son igualmente importantes. No podemos comer con frutos la comunión, si antes no alimentamos nuestra fe con el Pan de la Palabra de DiosEstas dos partes, juntas y equilibradas, forman la celebración dominical, y tan importante es la mesa de la Palabra, como la mesa de la Eucaristía.Esto nos debe ayudar a comprender lo importante que es este Ministerio de Proclamar la Palabra de Dios. La Liturgia es el servicio que la Iglesia ha aprobado para celebrar dignamente la Palabra de Dios, la Mesa de la Palabra y la Mesa de la Eucaristía.  Los Salmos, Palabra de Dios, son composiciones líricas destinadas a ser cantadas, constituyen el libro de los cantos del pueblo de Israel. El salmo constituye una parte muy importante del culto sinagogal. Toda la liturgia sinagogal era cantada y cada libro de la escritura tenía su propia cantilación.  

JESUCRISTO SALMISTA 

Jesús como buen judío, asiste regularmente al culto sinagogal (Lc 4,16). Es indudable que Jesús cantó los salmos con su voz, con su doctrina y con su vida ya que hizo de ella el mejor y más perfecto salmo de alabanza

  

Que es salmodiar 

salmodiar es el arte de decir musicalmente un poema, cuyo mensaje se inspira en la fe y se expresa en y para la comunidad.. El salmista es guía y maestro de oración poética y cantada.Un buen salmista canta desde dentro (desde la fe). "...Al salmista corresponde proclamar el salmo u otro canto bíblico interleccional. Para cumplir bien con este oficio, es preciso que el salmista posea el arte de salmodiar y tenga dotes para emitir bien y pronunciar con claridad..." (I.G.M.R. 67). En esta cita observamos que el ministerio de salmista es un muy especial y requiere preparación. Espiritualidad del Salmista. Un salmista debe unir técnica musical y gusto por la salmodia (conjunto de salmos). a)       es una persona fascinada por los salmos y su riqueza,b)       dotada de voz y de arte musical que ejerce con gusto,c)       que expresa así su propia fe, asumiendo las varias actitudes que le sugieren los salmos,d)       y que por fin pone todo esto, humildemente, al servicio de la comunidad, contribuyendo así a que sus hermanos vayan celebrando con más calidad la Palabra de Dios. 

Consejos para una buena entonación de un salmo responsorial

·         El salmista debe ser una persona distinta de la que ha proclamado la lectura.·         Si el salmo se llama responsorial es porque se hace de tal forma que la comunidad va respondiendo a las estrofas dichas por el salmista.·         Que la comunidad cante la antífona o respuesta propia u otra bien parecida a ella en su espíritu y sentido, y que el salmista cante las estrofas salmodiándolas.·         Otro modo no tan ideal es que la comunidad cante la antífona y que el salmista declame poéticamente las estrofas intercalado cada una con la respuesta de la comunidad.·         En caso de un salmo sin respuesta se puede hacer un acompañamiento musical idóneo mientras se declama el salmo.·         Declamar el salmo con la comunidad (alternando con la asamblea o toda la asamblea declama el salmo). 

TERCERA CLASE

POSTURAS EN LA SANTA MISA 

En la celebración de la Misa levantamos nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras voces a Dios, pero somos criaturas compuestas tanto de cuerpo como de alma, y es por esto que nuestra oración no está confinada a nuestras mentes, a nuestros corazones y a nuestras voces, sino que también se expresa en nuestro cuerpo. Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra oración, rezamos con toda nuestra persona, como espíritus personificados tal como Dios nos creó. Este compromiso de todo nuestro ser en oración nos ayuda a orar con una mejor atención.

 

Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos ponemos de rodillas, nos sentamos y también somos invitados, a realizar una serie de gestos. Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así, cuando se realizan con comprensión, pueden realzar nuestra participación personal en la Misa. De hecho, estas acciones representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oración, que es la Misa.

 

Cada postura corporal que asumimos en la Misa enfatiza y refuerza el significado de la acción en la que estamos participando en ese momento en nuestro culto.

 

Ponernos de pie es un signo de respeto y honor, así que nos ponemos de pie cuando el celebrante, en representación de Cristo, entra y sale de la asamblea.

 

Desde los inicios de la Iglesia, esta postura corporal ha sido interpretada como una postura de aquellas personas elevadas con Cristo y que están en la búsqueda de cosas superiores.

 

Cuando nos ponemos de pie para la oración, asumimos nuestra estatura completa ante Dios, no con orgullo, sino con una humilde gratitud por las cosas maravillosas que Dios ha hecho al crearnos y redimirnos. Por medio del Bautismo, se nos ha dado a compartir una parte de la vida de Dios y la posición de pie es un reconocimiento de este don maravilloso.

 

Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio, la cúspide de la revelación, las palabras y las escrituras del Señor

 

En los inicios de la Iglesia, la postura de rodillas simbolizaba la penitencia: ¡la consciencia del pecado nos derrumba!

La postura de rodillas estaba tan íntegramente identificada con la penitencia que a los antiguos cristianos se le prohibía arrodillarse los domingos y durante la Semana Santa, en que el espíritu prevalecedor de la liturgia era de gozo y acción de gracias.

 

Durante la Edad Media, la posición de rodillas significaba que un vasallo le rendía homenaje a su amo. Más recientemente, esta postura ha venido a significar adoración.

 

La posición sentada es para escuchar y meditar, de esta forma, la comunidad toma asiento durante las lecturas previas al Evangelio y puede, del mismo modo, sentarse durante el período de meditación que le sigue a la Comunión.

 

Los gestos también comprometen a nuestro cuerpo en la oración. Uno de los gestos más comunes es la Señal de la Cruz, con la que damos inicio a la Misa, y con la que, en la forma de una bendición, ésta concluye.

 

Ya que debido a Su muerte en la cruz, Cristo redimió a la humanidad, nos hacemos la señal de la cruz en nuestra frente, labios y corazones al inicio del Evangelio.

 

Sin embargo, existen otros gestos corporales que intensifican nuestra oración en la Misa. Durante el "Yo Confieso", la acción de golpear nuestro pecho en el momento de formular las palabras "por mi culpa" puede fortalecernos y hacernos más conscientes de que nuestro pecado es por nuestra culpa.

 

En el Credo, estamos invitados a hacer una venia en el momento de formular las palabras que conmemoran la Encarnación: "fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen y se hizo hombre".

 

Este gesto significa nuestro profundo respeto y gratitud a Cristo quien, por medio de Dios, no dudó ningún momento en venir entre nosotros como un ser humano y compartir nuestra condición humana para salvarnos del pecado y restablecer nuestra amistad con Dios. Esta gratitud se expresa aún con una mayor solemnidad durante la Fiesta de la Anunciación del Señor y en la Navidad, en que hacemos una venia cuando escuchamos estas palabras.

 

Nos ponemos de pie como familia de Dios, establecida como tal por el Espíritu de adopción. En la plenitud de ese mismo Espíritu, invocamos a Dios como Padre. Después del Padrenuestro viene el Saludo de la Paz, gesto mediante el cual expresamos por medio de un apretón de manos y el saludo de la paz que lo acompaña, que estamos en paz con nosotros mismos y que no guardamos enemistad.

 

Este intercambio es simbólico. Compartir la paz con las personas a nuestro alrededor representa para nosotros y para ellos la totalidad de la comunidad de la Iglesia y de toda la humanidad.

 

Por último, en la nueva Instrucción General, se nos pide que hagamos una señal de reverencia, a ser determinada por los obispos de cada país o región, antes de recibir de pie la Comunión Además de servir como un medio en la oración de los seres compuestos de cuerpo y alma, las posturas y los gestos corporales que hacemos en la Misa cumplen otra función muy importante. La Iglesia ve en estas posturas y gestos corporales comunes tanto un símbolo de unidad de aquellos que han venido a reunirse para rendir culto como un medio para afianzar dicha unidad.

 

No estamos libres de cambiar estas posturas de acuerdo a nuestra propia piedad, ya que la Iglesia deja bien claro que nuestra unidad en las posturas y gestos corporales son una expresión de nuestra participación en un Cuerpo formado por las personas bautizadas con Cristo, nuestra cabeza.

 

Cuando nos ponemos de pie, cuando nos arrodillamos, cuando nos sentamos, cuando hacemos una venia y lo mismo cuando hacemos una señal como una acción en común, atestiguamos sin ambigüedad que somos en verdad el Cuerpo de Cristo, unidos en el corazón, la mente y el espíritu.

 

Las indicaciones que siguen corresponden a la Ordenación del Misal Romano. Las letras indican la posición que deben asumir los fieles (P: parados; S: sentados; R: arrodillados)

1. RITOS INICIALES Entrada (P):

Mientras entra el sacerdote comienza el canto de entrada. El fin de este canto es abrir la celebración, fomentar la unión de quienes se han reunido y elevar sus pensamientos a la contemplación del misterio litúrgico o de la fiesta.

Saludo al altar y pueblo congregado (P)

Cuando llega, el sacerdote besa el altar. Terminando el canto de entrada, el sacerdote y la asamblea hacen la señal de la cruz . A continuación el sacerdote, por medio del saludo, manifiesta a la asamblea reunida la presencia del Señor.

Terminado el saludo, el sacerdote o el monitor puede hacer a los fieles una brevísima introducción sobre la misa del día.

Después el sacerdote invita al Acto penitencial, que se realiza cuando toda la comunidad hace su confesión general termina con la conclusión del sacerdote.

 Señor, ten piedad (P)

Después del acto penitencial, se empieza el "Señor, ten piedad", a no ser que éste haya formado ya parte del mismo acto penitencial. Si no se canta el "Señor, ten piedad", al menos se recita.

 Gloria (P)

Este es un antiquísimo y venerable himno con que la iglesia, congregada en el Espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y al Cordero, y le presenta sus súplicas. Si no se canta, al menos lo han de recitar todos, o juntos o alternadamente.

 Oración colecta (P)

El sacerdote invita al pueblo a orar; y todos, a una con el sacerdote, permanecen un rato en silencio. Luego, el sacerdote lee la oración que expresa la índole de la celebración; el pueblo la hace suya diciendo amen.

2. LITURGIA DE LA PALABRA 

La Eucaristía es sacramento de toda la vida de Jesús. Mediante las Lecturas bíblicas nos acercamos a ella: su preparación (1º Lectura: Antiguo Testamento), desarrollo (Evangelio) y consecuencias (2º Lectura: Nuevo Testamento). Formando parte de la misma Liturgia de la Palabra tenemos los Cantos interleccionales

 

Después de la 1º Lectura (S), sigue un Salmo Responsorial (S), que se toma del Leccionario. El salmista o cantor del salmo, desde el ambón o desde otro sitio oportuno, proclama las estrofas del salmo, mientras toda asamblea escucha è y además participa con su respuesta. A la 2º Lectura (S)sigue el Aleluya(P) u otro canto según las exigencias del tiempo litúrgico y después viene la lectura del Evangelio (P)

 Homilía (S)

Conviene que sea una explicación de las Lecturas, o de otro texto del Ordinario, o del Propio de la Misa del día, teniendo siempre el misterio que se celebra y las particulares necesidades de los oyentes.

 Profesión de fe (P)

Con el Símbolo o Credo el Pueblo da su asentamiento y respuesta a la Palabra de Dios proclamada en las Lecturas y en Homilía, y trae su memoria, antes de empezar la celebración eucarística, la norma de su fe.

 Oración universal (P)

En la oración universal u oración de los fieles, el Pueblo, ejercitando su oficio sacerdotal, ruega por todos los hombres(Papa, Iglesia, Estado, necesidades....).La asamblea expresa su súplica o con una invocación común, que se pronuncia después de cada intención, o con una oración en silencio.

3. LITURGIA EUCARÍSTICA Preparación de los dones (S)

Al comienzo de la Liturgia eucarística se llevan al altar los dones que se convertirán en el cuerpo y en la Sangre de Cristo: es de alabar que el pan y el vino lo presenten los mismos fieles. Acompaña a esta procesión el canto del ofertorio, que se alarga por los menos hasta que los dones han sido colocados sobre el altar.

 Plegaria eucarística (P)

Este el centro y el culmen de toda la celebración. Es una plegaria de acción de gracias y de consagración. El sentido de esta oración es que toda la congregación de fieles se una con Cristo en el reconocimiento de las grandezas de Dios y en la ofrenda del sacrificio.

Los principales elementos de que consta la Plegaría eucarística pueden distinguirse de esta manera:

 

a)       Acción de gracias (que se expresa sobre todo en el Prefacio).

b)       Santo: con esta aclamación toda la asamblea, uniéndose a las jerarquías celestiales, canta o recita las alabanzas a Dios.

c)       Epíclesis (R): con ella la Iglesia, por medio de determinadas invocaciones, implora el poder divino para que los dones que han presentado los hombres queden consagradas, es decir, se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la comunión sea para salvación de quienes la reciban.

d)       Narración de la institución y consagración (R): en ella, con las palabras y gestos de Cristo, se realiza el sacrificio que él mismo instituyó en la última cena.

e)       Anámnesis (P): con ella la Iglesia, al cumplir este encargo que, a través de los Apóstoles, recibió de Cristo Señor, realiza el memorial del mismo Cristo, recordando principalmente su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y la ascensión al cielo.

f)        Oblación(P): la asamblea ofrece al Padre la víctima inmaculada, y con ella se ofrece cada uno de los participantes.

g)       Intercesiones (P): con ellas se da a entender que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia, celeste y terrena, y que la oblación se hace por ella y por todos sus miembros, vivos y difuntos.

h)       Doxología final (P): en ella se expresa la glorificación de Dios y se concluye y confirma con el amen del pueblo.

 

Rito de la comunión

Ya que la celebración eucarística es un convite pascual, conviene que, según el encargo del Señor, su Cuerpo y su Sangre sean recibidos por los fieles, debidamente dispuestos, como alimento espiritual.

 

a)       La oración dominical (P): se pide el pan de cada día, con lo que también se alude, para los cristianos, el pan eucarístico, y se implora el perdón de los pecados. El embolismo, que desarrolla la última petición, pide para todos los fieles la liberación del poder del mal.

b)       El rito de la paz (P): con que los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda la familia humana y se expresan mutuamente la caridad antes de participar de un mismo pan.

c)       El gesto de la fracción del pan(P): realizado por Cristo en la última Cena, en los tiempos apostólicos fue el sirvió para denominar la integra acción eucarística. Significa que nosotros, que somos muchos, en la comunión de un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo (1 Co 10,17)

d)       Inmixión o mezcla (P): el celebrante deja caer una parte del pan consagrado en le cáliz [originariamente era un trozo del pan consagrado en otra comunidad el domingo anterior: signo de comunión entre las diversas comunidades cristianas]

e)       Mientras se hace la fracción del pan y la Inmixión, los cantores o un cantor cantan el Cordero de Dios: Esta invocación puede repetirse cuantas veces sea necesario para acompañar la fracción del pan. La última vez se acompañará con las palabras danos la paz.

f)        Preparación privada del sacerdote.

g)       Luego, el Sacerdote muestra a los fieles el pan eucarístico.

h)       Es muy de desear que los fieles participen del Cuerpo del Señor con pan consagrado en esa misma Misa. Comulgar es la mejor forma de participar del sacrificio que se celebra.

i)         Mientras el sacerdote y los fieles reciben el Sacramento tiene lugar el canto de comunión, canto que debe expresar, por la unión de voces, la unión espiritual de quienes comulgan, demostrar, al mismo tiempo, la alegría del corazón y hacer más fraternal la procesión de los que van avanzando para recibir el Cuerpo de Cristo. Si no hay canto, se reza la antífona propuesta por la Misal.

j)         Terminada la distribución de la comunión, el sacerdote y los fieles, si juzgan oportuno, pueden orar un rato recogidos. Si se prefiere, puede también cantar toda la asamblea un himno, un salmo o algún otro canto de alabanza.

k)       En la oración después de la comunión, el sacerdote ruega para que se obtengan los frutos del misterio celebrado. El pueblo hace suya esta oración con la aclamación "Amén."

 4. RITO DE CONCLUSIÓN (P) 

El rito final consta de saludo y bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea, para que cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.

 

La Proclamación de la Palabra de Dios es Misión Divina y Misión Humana

 

Jesús en su último mandato se dirigió no solamente a los Sacerdotes y diáconos, sino también a nosotros los laicos, que tenemos también el legítimo derecho de proclamar la Palabra de Dios.

Cuando hablamos de proclamar la Palabra de Dios, estamos hablando de comunicar lo que Dios quiere decir a su pueblo, de lo que el Señor, creador y Padre de todos, quiere poner en la mente y el corazón de los que lo escuchan, siempre con la finalidad de que esa Palabra produzca frutos de vida eterna.

La comunicación es un arte a través del cual podemos llevar mensajes a los demás. Pero para que ese mensaje que queremos transmitir llegue, a los que nos oyen en una forma clara y precisa, es necesario que usemos los términos correctos.

 

A veces, no le damos gran importancia a las palabras que vamos a usar, porque en el común hablar nos entendemos. Sin embargo, así no debe ser, porque los vocablos tienen significados diferentes. Los cristianos católicos muchas veces confundimos la expresión "Decir la Misa" con "Celebrar la Misa", y usamos tanto una como la otra para significar lo mismo.

 

En realidad "Decir la Misa" no es lo mismo que "Celebrar la Misa", porque "Decir La Misa significa tomar un libro y leer lo que dice, pero "Celebrar la Misa" es algo más. Celebrar la Misa significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de Gracia al Señor. Por eso, no es adecuado preguntar "¿Quien va a decir la Misa?"; lo correcto será decir "¿Quien va a Celebrar La Santa Misa?"

 

SEGUNDA CLASE

ORNAMENTOS USADOS EN LA SANTA MISA 

La Eucaristía es la conmemoración del sacrificio de Cristo, es la actualización cristiana del rito de la Pascua judía. En la Pascua judía se conmemora la salida de Egipto (leer Exodo 12), en la Pascua cristiana se conmemora la salvación por la muerte en la cruz de Jesús (la palabra "Pascua" viene de un término hebreo que significa "paso").

 

El libro que usa en padre para leer se llama "misal", el cual reposa sobre un "atril" en el altar. El misal recuerda el libro judío que contiene el Seder o ritual de la pascua, libro denominado Hagadá.

Lo mismo que en la cena judía de Pascua, en el altar católico durante la misa se colocan dos cirios.

 

La bata blanca del padre se llama "alba" y significa la pureza.

 

El padre se ajusta el alba con un cordón denominado "cíngulo", el cual representa el dominio de sí.

 

La especie de bufanda que se pone el sacerdote es la "estola", que representa el poder sacerdotal y que tiene origen en el manto de oración de los judíos; debe utilizarse cuando se administran sacramentos.

 

El manto que utiliza el celebrante sobre el alba es la casulla.

 

Los colores de la casulla y de la estola varían según la época del año (o sea, según el tiempo litúrgico) o la fiesta que se celebre:

 

Blanco: Representa alegría, se utiliza en la Fiesta del Señor, María, santos y los ángeles.

 

Rojo: Color del fuego y la sangre, usado en Pentecostés y fiestas de mártires.

 

Verde: Recuerda la esperanza, se usa en los domingos luego de Pentecostés.

 

Morado: el color de la penitencia, utilizado en Adviento, Cuaresma y en las misas de difuntos.

  

PARTES EN QUE SE DIVIDE LA SANTA MISA 

Conocer todas las partes de la Misa es muy importante para poder entenderla y vivirla como Dios quiere.

La Misa está dividida en dos partes, La Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística.

 

LITURGIA DE LA PALABRA 

Es con la que se inicia la Misa y consta de tres partes principales: Las lecturas, la Homilía y la Oración de Los Fieles.

 1.- Las Lecturas:

Este es el momento en que conocemos la Palabra de Dios. Hay tres lecturas en la Santa Misa.

 

Ø       La Primera Lectura: se toma del Antiguo Testamento y nos sirve para entender muchas de las cosas que hizo Jesús. Esta Lectura la escuchamos sentados. Después de la Primera Lectura se lee o canta un salmo tomado del Libro de los Salmos del Rey David con el que alabamos a Dios.

Ø       La Segunda Lectura: se toma del Nuevo Testamento, ya sea de los Hechos de los Apóstoles o de las cartas que escribieron los primeros apóstoles. Esta segunda lectura nos sirve para conocer como vivían los primeros cristianos y como explicaban a los demás las enseñanzas de Jesús. Esto nos ayuda a conocer y entender mejor lo que Jesús nos enseñó. También nos ayuda a entender muchas tradiciones de la Iglesia. También la escuchamos sentados. Después de la Segunda Lectura se canta el Aleluya, que es un canto alegre que Recuerda la Resurrección.

Ø       El Evangelio: se toma de alguno de los cuatro Evangelios de acuerdo al ciclo litúrgico y narra una pequeña parte de la vida o de las enseñanzas de Jesús. Es aquí donde podemos conocer como era Jesús, como sentía, que hacía, como eneseñaba, que nos quiere transmitir. Esta Lectura la hace el Sacerdote o el diácono y la escuchamos de pie.

 2.- La Homilia:

En este momento de la Misa el Sacerdote explica el significado de las tres lecturas y su aplicación en nuestras vidas. La escuchamos sentados.

 3.- La Oracion De Los Fieles:

En este momento nos ponemos de pie y nos unimos a las personas que están en la misa para pedir juntos y orar en voz alta a Dios por las cosas que nos interesan a todos: el santo Padre, los enfermos, los muertos, los pobres, etc. Debemos aprovechar este momento para pedirle a Dios interiormente también por lo que nosotros en particular necesitamos. Con esta oración se acaba la Liturgia de la Palabra para pasar a la Liturgia Eucarística.

  

Liturgia Eucaristica

LITURGIA EUCARISTICA 

Se divide en tres partes. Ofertorio, Consagración y Comunión.

 1.- El Ofertorio

En esta parte de la Misa se llevan las ofrendas, el pan y el vino al altar y el sacerdote se las presenta a Dios ofreciéndoselas para que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Debemos aprovechar este momento para ofrecerle a Dios nuestra vida, nuestros propósitos e intenciones. Nuestro amor, nuestras cualidades para que El las santifique y sirvan para el bien de la Iglesia. Es el momento de ofrecerle interiormente un nuevo esfuerzo por alcanzar aquello que nos hemos propuesto espiritual y humanamente. Lo hacemos sentados.

 2.- La Consagración:

Es el momento más solemne de la Misa, en él ocurre el misterio de la Transformación real del pan y el vino en Cuerpo y Sangre de Cristo. Dios se hace presente ante nosotros para que podamos estar muy cerca de El. Es un misterio de amor maravilloso que debemos contemplar con el mayor respeto y devoción. Debemos aprovechar este instante para adorar a Dios en la Eucaristía. Lo Hacemos de rodillas.

 3.- La Comunión

Significa Común Unión. Al acercarnos a comulgar, además de recibir a Jesús en nosotros nos unimos a toda la Iglesia y nos hacemos uno en el Amor. Es el momento en que debemos entregarnos sin reservas a Jesús y hacernos Uno con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo además de con toda la Iglesia.

PRIMERA CLASE

1.-QUE ES LA LITURGIA. 

Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tim 2, 4), habiendo hablado antiguamente en muchas ocasiones y de diferentes maneras a nuestros padres por medio de los profetas (Heb 1,1), cuando llegó la plenitud de los tiempos envió a su Hijo, el Verbo hecho carne (SC 5).

 

La liturgia cristiana es una realidad unida a la fe y a la expresión personal y social de los miembros de la Iglesia.

La formación litúrgica es una necesidad ya que es un aspecto esencial de la formación cristiana integral, y que tiene por finalidad introducir a los miembros de la Iglesia en la participación consciente, activa y de muchos frutos en la liturgia para una vida cristiana más plena (cf. GE 2, SC 14, 19, 48).

 

Etimología:

El termino liturgia procede del griego clásico, leitourgía que significa Obra del Pueblo.

Liturgia vino a designar un servicio público. Cuando este servicio afectaba al ámbito religioso, liturgia se dirigía al culto oficial de los dioses.

 

Definición de la liturgía en el Concilio Vaticano II

Los documentos conciliares, especialmente la Sacrosanctum Concilium, hablan de la liturgia como un elemento esencial de la vida de la Iglesia que determina la situación presente del pueblo de Dios: «Con razón, entonces, se considera a la liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella, los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Cristo, es decir, la Cabeza y sus miembros ejerce el culto publico íntegro. En consecuencia, toda celebración litúrgica por ser obra de Cristo Sacerdote y de su cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo título y el mismo grado, no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia.» (SC 7). 

Así pues, en la noción de liturgia que ofrece el Concilio podemos definirla como la función santificadora y cultual de la Iglesia, esposa y cuerpo sacerdotal del Verbo encarnado, para continuar en el tiempo la obra de Cristo por medio de los signos que lo hacen presentes hasta su venida.

 

Lo litúrgico y lo no litúrgico:

Son acciones litúrgicas (lo litúrgico) aquellos actos sagrados que, por institución de Jesucristo o de la Iglesia, y en su nombre, son realizados por personas legítimamente designadas para este fin, en conformidad con los libros litúrgicos aprobados por la Santa Sede, para dar a Dios, a los santos ya los beatos el culto que les es debido.

Lo no litúrgico son las demás acciones sagradas que se realizan en una iglesia o fuera de ella, con o sin sacerdote que las presencie o las dirija (a estas también se les llama ejercicios piadosos).

 

2. EL ESTILO LITERARIO EN LA LITURGIA

En el cristianismo, el culto es una dimensión esencial. Sin liturgia, sería ideología, como extraer la espina dorsal a un organismo vivo. La celebración nunca es aditamento, sino raíz.

 

En la Liturgia todo aquello que el hombre es capaz de comprender se efectúa por medio de la palabra, vehículo capital para transmitir las propias ideas y los más íntimos sentimientos. Tanto las nociones más banales como los conceptos más sutiles, tanto las fantasías como las doctrinas abstractas, para poder ser comunicadas y captadas por los demás, deben hacerse Según subraya San Agustín, "a pesar de nuestra incapacidad para decir algo que sea digno de Él, Dios ha aceptado el homenaje de la voz humana y ha querido que, para alabarle, nos sirviéramos de nuestras palabras" (De doctrina christiana, I, 6).

 

Momento descendente y ascendente

En el diálogo entre Dios y el hombre, cabe distinguir un momento descendente y otro ascendente. En el primero -cuando quien habla es Dios-, Esta dimensión es la que estudian los escrituristas. 

El segundo momento corresponde a la respuesta del hombre a Dios. A este momento pertenecen los textos litúrgicos, que no son discursos al vacío sino diálogo de la Esposa con el Esposo. Esta dimensión es la que estudian los liturgistas.

 

Un tercer momento -el horizontal- corresponde al lenguaje homilético o de las moniciones: lo que los ministros dicen a la asamblea con fines catequéticos o de motivación espiritual Esta dimensión es la que estudian los pastoralistas.

 

La biblia en la liturgia

Las oraciones del Misal son la Palabra de Dios en clave de plegaria" Es ésta una clave muy fructífera para acceder a las oraciones de Misal. Ya San Jerónimo había señalado que en la composición de las oraciones cristianas era obligatorio seguir la guía de la Biblia.

De este modo, la Biblia es acogida y recibida en la liturgia en clave oracional. La oración de la Iglesia es la Biblia rezada,. Así, la liturgia consigue que la oración de la Iglesia se sumerja en el campo de la Verdad, que la oración de la Iglesia sea Verdad.

La Masonería II

Historia                                                                            
Masonería en España                                                     
Análisis doctrinal                                                             
Definición y finalidad                                                      
Masonería regular e irregular                                        
Doctrina                                                                           
Moral masónica                                                              
Punto de vista filosófico                                                  
Declaraciones de la Santa Sede                                     
La masonería actual                                                        
Origen                                                                              
Doctrina                                                                           
Relación con la Doctrina católica                                   
Organización.                                                                   

Historia.

Conocida más universalmente por francmasonería, procede por su etimología del francés franc (libre) y mason (albañil); es decir, albañil libre, aludiendo con ello a lo que la masonería considera como su remoto origen; la comunidad de albañiles que dirigidos por Hiram de Tiro construyó el templo de Salomón. Más que sociedad secreta, como ha sido considerada, diremos que la masonería es una sociedad cerrada que, por fundamentarse en unos principios determinantes ha sufrido modificaciones y transformaciones paralelas a los supuestos ideológicos, intelectuales, morales y religiosos que le dieron vida. Aunque suele hablarse de un periodo mítico y legendario de la masonería (mito de Hiram) y de otro periodo llamado de masonería "antigua" u "operativa" (que no es sino la continuación y transformación de las agrupaciones gremiales del Medievo y del Renacimiento), la auténtica masonería, considerada en el moderno significado de la palabra, llamada "masonería moderna" o "masonería especulativa", surgió a principios del siglo XVIII con carácter de sociedad de "iniciados", primero al culto divino, que más tarde deviene en iniciación a las virtudes y adquiere el matiz filantrópico-racionalista con que se le distingue.La masonería propiamente dicha surgió en 1717 por obra de los pastores protestantes ingleses James Anderson y J. T. Desaguliers, continuadores del movimiento espiritual inspirado por Comenio. Recibe una estructuración sistemática y definida en 1723, cuando publica Anderson, The Constitutions of the free-masons. Desde entonces, la masonería recogió las influencias de las corrientes intelectuales del enciclopedismo del siglo XVIII y del racionalismo y liberalismo del siglo XIX. Se difundió muy rápidamente por Europa: en 1721, se constituyó la primera logia en Francia; en 1717, en Rusia, establecida por Pedro I; en 1723, en España; en 1734, en La Haya; en 1738, en Boston; etc.La establecida en Francia, de origen escocés, estuardista, fue favorecida por el espíritu racionalista francés: estableció como rito el "escocés antiguo y aceptado", frente al de York de las logias inglesas; y, en 1738, al fundarse la Gran Logia de Francia, la francesa quedó desvinculada de la inglesa, encontrándose desde entonces en abierta oposición. De esta división nacieron las tres ramas principales de la masonería actual: Rito ingles, Rito escocés, Rito simbólico francés. Frente al carácter aristocrático y puritano de la masonería inglesa, la francesa evolucionó hasta un difuso deísmo, inspirado en el racionalismo naturalista que poco a poco le hace perder el matiz religioso que tenía aquella; más adelante, en un segundo proceso de transformación, cambia su concepción de una base aristocrática de la sociedad por una estructura más democrática, intelectual y politizada.Aunque se ha querido ver siempre una activa participación política en los designios de las logias, a las que se atribuyen la casi totalidad de las revoluciones burguesas del siglo XIX, lo cierto es que, en principio, la masonería no tomó parte trascendente en ellas. Hoy día está en entredicho la relación que pudo tener con la Revolución francesa, a pesar de la coincidencia de lemas de las mismas en el epígrafe de "libertad, igualdad y fraternidad". Pero mientras que en la masonería anglosajona pervive el espíritu estático y religioso inicial, la francesa se convierte, pasado el Terror y bajo el Imperio, en paladín de las nuevas tendencias liberales. Masón y liberal serán términos coincidentes en algunos países europeos; durante el siglo XIX, la burguesía mercantil, intelectual o militar, desplaza al aristocratismo y al afán de perfectibilidad humana que la dominaban al nacer.En 1804, La Gran Logia General de Francia se convierte con Napoleón en el primer centro impulsor de la masonería en Europa, siendo designado gran maestre José Bonaparte.El predominio de la masonería francesa en Europa origina una incisión interna en el universalismo de la misma. La inicial ruptura de las logias francesas, por motivos religiosos, se acentúa más aún a mediados del siglo XIX, cuando la Gran Logia de Francia suprime la obligación del lema: "A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo", quedando separada por ello del cuerpo masónico general y siendo repudiada por la Gran Logia unida de Inglaterra. Desde entonces persiste la división. Por un lado, la andeísta, de carácter ritual, muy conservador en moral y en costumbres, que forma un bloque dirigido por Inglaterra; por otro, una masonería carente de espíritu religioso, más intelectual, con base humanística e implicada fuertemente en los acontecimientos de su tiempo, particularmente en el campo del compromiso político; no obstante, al quedar superado el liberalismo político intelectual, que le dio base, por nuevas tendencias (socialismo, totalitarismo, neocapitalismo, etc.), devino en mero humanismo formalista.En Inglaterra y países nórdicos, la masonería sigue vinculada a las realezas; en Francia, inclinada siempre a fórmulas de gobierno basadas en la estricta libertad individual, fue siempre respetada por todos los regímenes políticos hasta 1940 en que el mariscal Petain la declaró fuera de la ley; aunque, posteriormente, en tiempo del general De Gaulle, quedó sin validez dicha ley.En el siglo XX se han efectuado varios intentos de unificación. El de 1910 fracasó al negarse Inglaterra a reconocer a la Gran Logia de Francia, que insistía en no aceptar el espíritu ritual y simbolismo religioso que tenía aquella. El 15 de Mayo 1954 se llevó a cabo, sin éxito, otro nuevo intento, no obstante, cinco grandes logias europeas llegaron a un acuerdo de unificación en Luxemburgo, dejando recluida a Inglaterra. Finalmente y tras algunas defecciones (las de Austria, Suiza, etc.), varios países europeos, como Francia, Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, según los acuerdos de sus respectivos grandes maestres aceptados en las reuniones de Estrasburgo y Bruselas de 1961 han llegado a una fusión total sustentada en la libertad de conciencia y tolerancia mutua, acuerdos a los que posteriormente se ha adherido Italia.En la actualidad las logias masónicas más florecientes están en los E.U.A., que poseen cuatro de los cinco millones de masones regulares que se calcula hay en el mundo; le siguen los de Inglaterra con medio millón. Fieles a sus antecedentes liberales, las sociedades masónicas son inconformistas de todo régimen político autoritario y están inscritas como una corriente más del pensamiento contemporáneo. Se declaran propugnadoras de una vaga espiritualidad deísta y de un humanismo trascendente. En 1960, el gran maestre de la Chaine d'Union declaraba que "los jalones permanentes de nuestra obra y justificación de nuestra existencia" estaban marcados por: el sentimiento de la fraternidad, el sentido cívico a escala universal y la protección del hombre y de los valores que representa y que le caracterizan esencialmente, a saber: aquiescencia a la razón, a los valores morales permanentes y a la libertad.

Masonería en España.

El tipo de masonería estudiado hasta ahora no fue exactamente el que arraigó en los países latinos, concretamente en Italia y España, en los que la masonería se ha considerado siempre como sociedad secreta con fines más secretos aún, claramente anticatólica y muy vinculada a la actividad política; además, por ser la masonería sociedad internacional se han señalado a los masones como traidores a la patria.En España, la masonería moderna o especulativa, que es la masonería en el sentido actual de la palabra, fue establecida en 1727 al fundarse la Matritense, primera logia de Madrid, por Lord Wharton, si bien funcionaba otra desde 1726 en Gibraltar. Años después, en 1739, Lord Raimond constituía la Gran Logia Provincial de España, con sede en Andalucía. Son logias de fundación y obediencia inglesas y, durante el siglo XVIII, mantuvieron, en gran parte, el espíritu inicial que las creara, formando parte de las mismas una minoría ilustrada española, de carácter selectivo aristocrático e intelectual. La figura más destacada de este periodo es el conde de Aranda, que desvincula la masonería española del Oriente ingles, aceptando en cambio el rito escocés de las logias francesas. En 1780, se crea el primer Gran Oriente español, que alcanza gran florecimiento con Montijo, sucesor de Aranda. En este primer periodo, la masonería española tiene ya alcance y significación política debido a la actividad de Aranda y, principalmente, de Montijo, en quien se ha querido ver uno de los responsables del motín de Aranjuez.Al iniciarse el siglo XIX, la influencia masónica en España es doble: hay logias de inspiración francesa favorecidas por la presencia en España de José Bonaparte, y las hay de inspiración inglesa. De aquellas formas parte los ilustrados llamados afrancesados; de estas los patriotas, entre los cuales se forman los cuadros de los liberales que intervienen en las Cortes de Cádiz. Las logias españolas quedaron reducidas a la clandestinidad al retornar Fernando VII, si bien en 1816 se establece un nuevo Gran Oriente en Granada, continuación del de Montijo; estas logias, que eran el vehículo de transmisión de la ideología política liberal, devienen en reductos de conspiraciones contra la monarquía absoluta. La masonería española adquiere entonces unas características peculiares: carácter conspirador y reducto del militarismo romántico liberal, pues a ella pertenecen todos aquellos (Lacy, Riego, Torrijos, etc.) que protagonizaron en España, de manera sistemática y continuada, el sinfín de pronunciamientos propios del siglo XIX hispánico.Los hombres que acceden al poder durante el llamado trienio constitucional (1820-23) procedían del Gran Oriente español; un grupo discrepante sale de las logias y, aceptando de estas sólo el ritual y los símbolos, constituyen una sociedad típica española, los Comuneros, donde se sustituye la doctrina masónica por un especial ideal revolucionario, burgués y liberal, aplicado a España. Es este el momento de más fuerte influjo político de la masonería española, particularmente en 1822. En este mismo año se funden masones y parte de los comuneros (el ala izquierda de los comuneros pasa al carbonarismo), bajo la dirección de Pérez de Tudela, terminando así por desvirtuarse lo que quedara en las logias de primitivo espíritu masónico.En 1824, la masonería está prohibida y de nuevo en clandestinidad, sin embargo, entre las revoluciones de 1854 y 1868, las logias españolas actúan con efervescencia en los medios políticos, educacionales, intelectuales y militares, adquiriendo un fuerte matiz anticatólico. Hasta 1868 no sale la masonería a la calle, reconocida públicamente, asistiendo los miembros de las logias con sus insignias y símbolos a los entierros del infante Enrique y de Prim (1870). A raíz de la revolución de 1868, la masonería española conoce un periodo, aunque corto, de auge e influencia en la vida nacional. Los responsables más directos de la revolución pertenecían a las logias, civiles o militares; por ello, en la Constitución de 1869 se cree percibir claras huellas del espíritu masónico español que le dio vida. Este papel decisivo jugado por la masonería en España perdura durante el efímero reinado de Amadeo I, quien había detentado elevados grados en las logias italianas. Con la Restauración, en 1874, aparecen nuevas leyes que la prohiben y desde entonces se ha querido siempre ver en ella un activo artífice de los múltiples y contradictorios bandazos y vaivenes de la política hispánica. De modo especial se le atribuye una participación muy directa en la implantación de las dos repúblicas españolas, estimándose que jugaron un significativo papel en el desarrollo y desenlace de los acontecimientos que originarán la Guerra Civil de 1936. En 1888, los tres Grandes Orientes españoles, además del Supremo Consejo de Colón en la Habana, se unificaron en uno solo, formando logia aparte el Gran Oriente militar español.Los reyes españoles de la casa de Borbón, que nunca aceptaron grados de la masonería, al menos hasta 1874, la prohibieron a medida que lo hacía la Iglesia Católica.A raíz de la Bula prohibitiva de Clemente XII, en 1738, lo hizo Felipe V; después Fernando VI, Fernando VII, etc. Actualmente, la masonería está prohibida por Ley del 1º de marzo de 1940, sobre delitos de masonería y comunismo.

Análisis doctrinal.

1. Definición y finalidad.Acerca de la masonería existen multitud de conceptos y apreciaciones, bien por la complejidad del movimiento, bien porque las mismas definiciones que la masonería da de sí misma suelen ser poco precisas, sin manifestar aveces sus verdaderos y últimos fines, o sin indicar sus objetivos o logros en la realidad.Según los ritos ingles y escocés, la masonería es "un hermoso sistema de moral revestido de alegoría e ilustrado por símbolos". El artículo 1º de los Estatutos del Gran Oriente de Bélgica es algo más concreto: "una institución cosmopolita y en proceso incesante, que tiene por objeto la investigación de la verdad y el perfeccionamiento de la humanidad. Se funda sobre la libertad y la tolerancia, no formula dogma alguno, ni descansa en él. Uno de sus adeptos precisa más sus objetivos y la define así: "La francmasonería es una asociación universal, filantrópica, filosófica y progresiva, que procura inculcar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes, los sentimientos de abnegación y filantropía y la tolerancia religiosa: que tiende a extinguir los odios de raza, los antagonismos de nacionalidad, de opiniones, de creencias y de intereses, uniendo a todos los hombres por los lazos de la solidaridad y confundiéndolos en mutuo afecto de tierna correspondencia".Uno de los artículos fundamentales de la constitución de 1723 se expresa así: "todo masón está obligado en virtud de su título, a obedecer la ley moral; y si comprende bien el arte, no será jamás un estúpido ateo, ni un irreligioso libertino. Así como en los tiempos pasados los masones estaban obligados, en cada país, a profesar la religión de su patria o nación, cualquiera que esta fuese, en el presente nos ha parecido más a propósito el no obligar mas que aquella en la que todos los hombres están de acuerdo, dejando cada uno su opinión particular: a saber, ser hombres buenos y verdaderos, hombres de honor y probidad, cualquiera que sea la denominación o creencias conque puedan distinguirse. De donde se sigue que la masonería es el centro de unión y el medio de conciliar una verdadera amistad entre personas que (sin ellas) permanecerían en una perpetua distancia.De este texto y de las definiciones dichas, parece que la finalidad de la masonería es el ser una reunión de hombres que creen en Dios (Ser Supremo), que respetan la moral natural y quieren conocerse y trabajar juntos a pesar de la diversidad de opiniones religiosas, o de su pertenencia a confesiones o partidos opuestos. Pero bajo este difuso deísmo y filantropía se puede intuir una realidad más profunda. León XIII en su encíclica "Humanum Genus" puso de manifiesto como las doctrinas religiosas, filosóficas y morales en que se inspira la masonería como tal cualquiera que sea las opiniones particulares de sus miembros, llevan a la negación de la existencia de Dios; a la negación de la misma moral; y abre camino al ateísmo, al panteísmo, al iluminismo, al espiritismo, etc.

Masonería regular e irregular.

Al extenderse la masonería por Europa, esa finalidad filantrópica y humanitaria que en sus principios se proponía la masonería no se mantuvo. Al lado de la masonería propiamente dicha, ordinaria, oficial, ortodoxa, surgieron numerosas sectas, unas particularmente herméticas, cabalísticas, eclécticas y seudomísticas (martinistas franceses, pietistas alemanes) u otras netamente políticas (iluminados bávaros); e incluso la masonería regular conforme pasaban los años se iba dividiendo en numerosas ramas y ritos.El paso definitivo de esta ruptura lo dio el Gran Oriente de Francia en 1877 al borrar de sus estatutos la obligación, hasta entonces exigida, de la creencia en el Ser Supremo al que dan el nombre de Gran Arquitecto del Universo. De resultas de esta actitud se siguió la condena de la Gran Logia de Inglaterra contra el Gran Oriente francés. La posición adoptada por la masonería francesa era consecuente con la actitud anticlerical, laicista y racionalista que sus miembros propugnaban. El paso francés fue secundado por muchos Orientes y Logias, tanto europeos como hispanoamericanos, que no admitieron "como primera condición para ser miembros de la masonería la creencia en el Ser Supremo, condición ante la que no cabe ningún compromiso".De la masonería, pues, no se puede hablar en un sentido unívoco, ya que no existe una única masonería; existen muchas manosearías independientes unas de otras (masonería inglesa, norteamericana, alemana, austríaca, escandinava, holandesa, el Gran Oriente de Francia La Gran Logia Nacional francesa, las masonerías italianas, las latinoamericanas, etc.) y dentro de estas mismas se da una variedad extraordinariamente de ritos (Rito escocés antiguo y aceptado, Rito de York, Rito escocés rectificado, Rito mixto universal, etc.). A la hora de analizar la masonería se tendrá que distinguir, más en cuanto a la finalidad que persiguen que en cuanto a los principios fundamentales de su doctrina, una masonería regular u ortodoxa, frente a una masonería irregular y heterodoxa. La primera sigue más fiel a los principios sobre los que fue fundada: creencia en un Ser Supremo, respeto de la Biblia y no injerencia en cuestiones políticas y confesiones, y ha preferido dedicar su actividad al campo humanitario; Y la segunda es la propugnada por el Gran Oriente francés, atea, sectaria y declaradamente anticatólica.

Doctrina.

La exposición unitaria de la doctrina masónica es difícil y compleja, dada la existencia de diversos tipos de masonería, si se hace a un nivel fenomenológico, de experiencia concreta, de finalidad que persiguen. La tarea se facilita, aunque no está exenta de dificultad, si se intenta ir a los fundamentos últimos de las doctrinas masónicas y a las consecuencias a las que, sosteniendo tales doctrinas, se llega. La encíclica Humanum genus de León XIII sirve de base para el desarrollo y análisis de la doctrina propugnada por la masonería. Puede analizarse su doctrina desde el punto de vista religioso, desde el punto de vista moral, y desde el punto de vista filosófico.Desde el punto de vista religioso: la masonería proclama como principio básico e incontrovertible la independencia absoluta de la razón humana frente a cualquier autoridad o enseñanza. El naturalismo y el racionalismo son su punto de partida. Consecuencia de esta radical decisión es la negación de la mayor parte de deberes con Dios y el indiferentismo. Todas las enseñanzas de la Iglesia no serían más que mitos de los que el hombre moderno y culto debe librarse. En la recepción de los grados supremos es de rigor la apostasía, bien de manera expresa, bien mediante la realización de acciones sacrílegas que la suponen. Como la Iglesia Católica afirma ser la encargada de transmitir la enseñanza de Cristo, la masonería cae fácilmente en el deseo de combatirla; no es de extrañar que una de las metas más codiciadas de la secta haya sido la de "suprimir la sagrada potestad del Romano Pontífice y destruir por entero el Pontificado, instituido por derecho divino"Las verdades religiosas cognoscibles con la luz natural de la razón y que son como los fundamentos de la fe - existencia de Dios, espiritualidad e inmortalidad del alma, distinción entre el bien y el mal, recompensa y castigos eternos, etc. - se convierte pronto para los masones en producto de la superstición y del fanatismo. Aunque suelen hablar, ejemplo: de un Ser Supremo con el nombre de Gran Arquitecto del Universo, este resulta bien distinto del Dios de la revelación cristiana, trascendente al mundo, providente, personal. Para la masonería, Dios viene a ser una palabra del vocabulario de los pueblos infantiles, que se repudia cuando se alcanza la madurez de la civilización. Tal madurez supone la emancipación de la humanidad de cualquier tipo de "esclavitud", civil, religiosa y moral.Así sea tolerancia inicial con las diversas nociones de Dios va cambiando según se progresa en la escala jerárquica de la masonería. En el Rito Escocés Antiguo y Venerado, uno de los más difundidos, en el momento de recibir el grado 13, el Gran Maestro recuerda al candidato: "cuando fuiste iniciado en nuestra orden manifestasteis la idea de Dios según vuestro criterio y en armonía con vuestras creencias religiosas. Aunque aprobado nosotros vuestra manera de pensar sobre este importante asunto, deseamos que os sirváis amplificar aquellas primeras opiniones acerca de la existencia de Dios, y decirnos si habéis establecido alguna modificación a cuanto entonces expresasteis, como consecuencia de los estudios masónicos o de los dictados de vuestra conciencia. Los francmasones no pueden fomentar la existencia de Dios en el concepto sometido al efecto por las religiones positivas, porque en este caso tendrían que mostrarse partidarios de una u otra creencia religiosa, y bien sabéis que esto se opondría al principio de máxima libertad consignado en sus estatutos".

Moral masónica

La masonería "predica la moral universal, una e inmutable, más extendida, más universal que la de las religiones positivas, todas ellas exclusivistas, puesto que clasifican a los individuos en paganos, idólatras, cismáticos..." Como en consecuencia inmediata de esta vaga moral naturalista, se sigue fácilmente la negación de toda norma moral objetiva (ley eterna, ley divina, etc.), es el relativismo moral, que puede llegar, en la teoría y en la práctica, a sostener el principio de que el fin justifica los medios.Aunque quizá partiendo de la masonería irregular, esta se ha mostrado especialmente activa, según denuncia de León XIII, en la promulgación de leyes anticristianas, prescribiendo las órdenes religiosas, confiscando los bienes de la Iglesia, promoviendo activamente el divorcio, suprimiendo la enseñanza religiosa de las escuelas, quitando los emblemas cristianos de hospitales, aulas, tribunales de justicia, etc., También cabe enumerar entre sus objetivos el alejamiento de los sacerdotes de la cabecera de los moribundos, la inhumación con un solo rito civil, etc. El resumen de actividades de la Logi-Unión de los Pueblos, en 1891, proclamaba que "todas las grandes leyes que desde hace veinte años han sido aprobadas (en Francia), y las que se aprobarán en lo sucesivo, han sido elaboradas en nuestros Talleres y han sido objeto de nuestros trabajos"Desde el punto de vista filosófico: la masonería acepta y patrocina todas las teorías que no pretendan para sí la exclusividad de la verdad. Es un sistema ecléctico en el que, rechazando toda apertura a lo sobrenatural, caben tanto el ateísmo como el panteísmo, el iluminismo o el espiritismo, las doctrinas maniqueas como el politeísmo. De un modo más o menos oficial, los escritores masones han presentado la filosofía del siglo XVIII, y el deísmo como su propia enseñanza, si bien no decisiva. En la masonería caven todos los sistemas filosóficos con tal que no tengan un contenido católico. Su religión es la de la Humanidad; su Evangelio, la Ciencia; su Dios, la Razón; filosóficamente podría calificarse como un escepticismo y relativismo de tipo práctico, y poco especulativo.Declaraciones de la Santa Sede. Sustentando la masonería estas doctrinas (naturalismo, racionalismo, indiferentismo, gnosticismo, deísmo, etc.) no es de extrañar que la Santa Sede la haya condenado repetidamente. La primera intervención, antes de la división de la masonería, es de Clemente XII el 24 de abril 1738 con la Constitución In eminenti: "Teniendo la misión de salvar las almas. Nos ordenamos a todos los fieles, en nombre de la santa obediencia, que no se agreguen a estas sociedades de masones. También les prohibimos propagarlas o favorecerlas. Todos los cristianos deben abstenerse de esas reuniones y congresos bajo pena de excomunión inmediata, reservada exclusivamente a Nuestra Persona". Benedicto XIV interviene de nuevo para acallar las voces que sostenían que la Constitución In eminenti había dejado de obligar (Constitución Providas, 18 de mayo 1751).Posteriores condenas son las de Pío VII, con la Constitución Ecclesiam a Jesu Christo, de 12 sept 1821; León XII, con la Bula Quo graviora, de 13 marzo 1825; Pío VIII, con la Encíclica Traditi, de 21 de mayo 1829; Gregorio XVI, con la Encíclica Mirari vos de 15 agosto 1832; Pío IX, con la Encíclica Qui pluribus de 9 noviembre 1846 y Quanta cura de 8 diciembre 1864; y el mismo Pío IX en la Bula Apostolicae Sedis de 12 octubre 1869 resume así las sanciones contra la masonería: "declaramos sometidos a la excomunión latae sententiae reservada al Soberano Pontífice a todos los que dan su nombre a las sectas de los masones o carbonarios, o bien a las asociaciones del mismo genero que conspiran, ya públicamente, ya en secreto, contra la Iglesia o las legítimas potestades; y a quienes favorecen esas sociedades, de la manera que sea; y también a quienes no denuncien a sus jefes y directores, hasta que los denuncien".Documento importante es la Encíclica Humanum genus, 20 abril 1884, de León XIII, donde se exponen los fundamentos últimos de la secta y los peligros que entraña para la fe. Es también importante la alocución consistorial de 20 de noviembre 1911 de Pío X (AAS 30 nov. 1911); la Sagrada Congregación del Santo Oficio (actualmente Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe) el 27 de junio 1838, declaraba que en la condena general están comprendidas también la masonería escocesa, irlandesa y norteamericana. Pío XII, el 24 junio 1958, señaló como "raíces de la apostasía moderna el ateísmo científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo, el laicismo, y la masonería, madre común de todas ellas".La disciplina vigente está recogida en los cánones 684, 2335 y 2336 del CIC. En el primero se prohibe a los fieles dar el nombre de asociaciones secretas, condenadas, sediciosas, sospechosas o que procuran sustraerse a la legítima vigilancia de la Iglesia. En el segundo, se indica que los que dan el nombre a la secta masónica incurren ipso facto en excomunión. En el tercero recoge las penas impuestas a los clérigos que dan su nombre a la secta masónica.

La masonería actual.

En enero de 1968 la prensa occidental divulgó una decisión del Episcopado. Escandinavo, fechada en octubre de 1966, que permitía a dichos obispos conceder autorización para continuar inscritos en la logia a los masones que quisieran ingresar en la Iglesia Católica. Con este hecho se ha querido ver un cambio en la posición de la Iglesia respecto a la masonería. Se sostiene la tesis de que la masonería actual no es la misma de hace un siglo, que hay que distinguir entre la masonería regular anglosajona y la de los países latinos, y que sólo a esta última se habían dirigido las reprobaciones pontificias de los dos últimos siglos. Ante noticias que presentaban como inminente una declaración pontificia en tal sentido, la Radio Vaticano hizo público el 16 marzo 1968 el siguiente comunicado: "Según recientísimos informes de la prensa diaria de varios países, la Santa Sede habría autorizado la permanencia en la organización masónica a personas convertidas al catolicismo, y tendría la intención de mudar profundamente la disciplina canónica acerca de la misma masonería. Por el competente Dicasterio de la Santa Sede hemos sido autorizados a desmentir tales informaciones como carentes de fundamento".Es verdad el cambio experimentado por la masonería en la actualidad, incluso la masonería irregular ha perdido en parte su carácter sectario y anticatólico. Por otra parte, el diálogo personal con los masones, como con todo el mundo, por parte de los cristianos individualmente, forma parte de la convivencia humana y del trato apostólico que todo cristiano con la debida preparación está obligado a vivir; cosa distinta es el diálogo con la masonería en sí, como asociación o como doctrina, que exige prudencia y personas competentes, si en alguna circunstancia fuese oportuno o conveniente; incluso la Iglesia podría levantar las penas disciplinares vigentes actualmente como los que dan su nombre a una secta masónica; pero esto no significaría la aprobación de la masonería. Tampoco podría decirse que, a partir de ese momento, los católicos podrían inscribirse en la masonería, o que los masones podrían ser simultáneamente miembros activos de la masonería y de la Iglesia. La cualidad buena o mala de una doctrina o institución es intrínseca a ella misma, anterior e independiente de cualquier declaración del magisterio. La masonería no es inconciliable con la Iglesia porque ha sido condenada; sino al revés: Ha sido condenada porque es inconciliable; y continuará siéndolo -aunque la Iglesia, por motivos psicológicos o pastorales, decida suprimir la excomunión mientras no cambien substancialmente sus principios anticristianos. No es la diferencia, aprobación o reprobación oficial que lo convierte a una doctrina en buena o mala. Ej. El hecho de que no se condene expresamente el Islamismo no significa su aprobación, ni permite a los católicos formar parte simultánea de la Iglesia y del Islam; o si la autoridad eclesiástica levantara la excomunión que recae sobre los que procuran eficazmente el aborto, no por eso el aborto dejaría de ser pecado moral: es siempre -con excomunión y sin ella- un atentado grave a la ley moral.Lo mismo ocurre con la inscripción en la masonería: con excomunión y sin ella, un católico no puede formar parte de una secta o sociedad masónica (pecaría mortalmente), pues se hallaría en peligro próximo e inmediato de apostasía, y estaría cooperando en el mal. Mientras no cambien los principios ideológicos de la masonería, esta es inconciliable con la doctrina católica. La masonería ha cambiado, aunque más en su aspecto externo; no suele aparecer como perseguidora de la Iglesia, ni hace mucho hincapié en el secreto; presenta a algunos de sus miembros públicamente, celebra grandes reuniones, saca fotografías en la prensa, proclama sus ideales de fraternidad universal; y esto, también en los países latinos, donde tradicionalmente actuaba en forma violenta. Sin embargo, en los puntos fundamentales, en sus presupuestos doctrinales sigue siendo una mezcla de naturalismo, racionalismo, indiferentismo religioso, deísmo, etc.; aunque en su forma más radical, tal como lo resumía León XIII, no son ya tan virulentamente sostenidos, en el sentido de que muchas logias no insisten tanto en ellos y centran más su atención en realizaciones prácticas de tipo humanitario o de vida social de todas formas aquellos principios continúan de alguna forma presentes.Es siempre un gran riesgo -en muchas circunstancias, pero en concreto por lo que se refiere al diálogo con la masonería- la abdicación de la fe en nombre de un humanismo radical sin Dios. En aras de unos valores que se presentarían como unos ideales o superiores, al menos desde un punto de vista práctico e inmediato, invocando una fraternidad filantrópica, se prescinde fácilmente, primero, de Dios como autor del orden sobrenatural y de la Redención, y se excluye, por tanto, toda religión revelada. Al recluir la fe a un mero plano de convicciones de conciencia se termina por eliminar a Dios de la vida de los hombres, reduciéndolo a una mística expresión de la Humanidad, del Universo, etc. Y de esta forma se destruye el orden moral, privado ya de fundamento.

Origen.

Los masones definen que ellos no son una secta, sino un pensamiento filosófico. Sin embargo, la mayoría de los autores que escriben sobre sectas, los incluyen como una más. La masonería tiene afinidad con los movimientos esotéricos, es pseudo-espiritual y pseudo-religiosa. Varias de las sectas que hemos tratado han estado relacionadas de una forma u otra con la masonería. La Teosofía, el Espiritismo de Allam Kardec, los Rosacruces.Es muy discutido el origen de la masonería. Algunos autores lo sitúan en los comienzos de la antigüedad oriental; otros admiten que su fundador fue Hiram Abif, arquitecto del templo de Salomón, que había sido masón; otros más dicen que se deriva de corporaciones de operarios creados por Numa, en el 715 A.C. Cierto autor masón afirmó que Jesús usó muchas enseñanzas masónicas en su doctrina, y que el origen de la masonería se pierde en la noche de los tiempos.Como vemos:En cuanto a los orígenes de la masonería se han dicho diferentes cosas. Se ha afirmado que proceden de Egipto, del templo de Salomón y de ministerios antiguos. Sin embargo su nombre proviene de la palabra inglesa "free-mason" que designa al obrero que pule la piedra. Se trata de albañiles libres que se organizan en forma especial para asegurar formar un grupo de trabajadores calificados. Eso sucede en la edad media. Este grupo incluye los que no pertenecen a él. Para lograr esto guardan secretos técnicos y profesionales sobre palabras, signos y manejo de instrumentos. Para que esto sea efectivo y el secreto se guarde hacen un juramento. En su origen la masonería tuvo incluso patronos; uno de ellos fue San Juan Bautista.Luego los masones evolucionan y cambian de espíritu. En 1717 se unieron cuatro logias y formaron la gran logia de Londres. Esta siguió en 1723 las Constituciones de J. Anderson, que era una reglamentación jurídica. Ahora sus trabajos y arquitectura toman un sentido simbólico; ya no se trata de construir catedrales de piedra como lo hicieron anteriormente, sino de edificar la catedral humana, el hombre ideal, esto se hace para dar gloria al gran Arquitecto del Universo que es Dios. En el siglo XVIII la masonería se extiende por Europa y América.Después de 1815 una parte de la masonería toma otro sentido político y religioso especialmente en Francia, Italia y otros países latinoamericanos; algunos se unieron a los que eran adversarios del orden religioso y monárquico; en Italia quisieron conseguir el fin del papado y de la Iglesia; en Francia defendieron las leyes anticlericales de la tercera república; en España defendieron la república que terminó en 1936. A esta línea de masonería se le llamaba "irregular". Era más intelectual, humanista y racionalista. La logia del "Gran Oriente de Francia" prohibió ya en 1877 hablar del "gran Arquitecto del Universo", es decir, de Dios. La de Inglaterra no siguió este camino y defendió incluso principios como "la fe en la gran voluntad revelada". La masonería ha sido prohibida en varios países por razones políticas y religiosas.En varios países de América Latina, la masonería estuvo ligada a su independencia e historia. No estuvo tan ligada a la Gran Logia de Inglaterra que era conservadora, ritual religiosa. La francesa fue diferente. "El ejemplo francés, anticlerical, laicista, racionalista y no pocas veces declaradamente ateo, fue imitado por muchos Orientes y Logias de América Latina, hasta nuestros días".Por eso, en muchos casos, nos hemos encontrado con masones deistas, anticlericales, racionalistas y defensores de la libertad absoluta de conciencia. No hubo demasiados deseos de entendimiento con la Iglesia Católica. Cuando se dieron contactos fue más bien a un nivel personal. Claro que después del Concilio Vaticano II se dio un ambiente diferente e intentos de cambios. Pero como veremos posteriormente los logros no son tantos.No obstante lo dicho: La propaganda masónica declara que la masonería es una institución esencialmente caritativa, filantrópica, filosófica y progresista; que tiene como meta la indagación de la verdad, el estudio de la moral, el combate de la superstición y la práctica de la caridad; que en ella quiere trabajar solamente para el mejoramiento material y social de la humanidad; afirman reconocer y defender la existencia de Dios, la prevalencia del espíritu sobre la materia y que, por eso, ningún ateo o materialista puede ser masón, que la masonería no se opone a la religión, mucho menos a la Iglesia Católica, más bien recomienda que cada uno practique su religión; que no hay ninguna incompatibilidad entre la masonería y la Iglesia; que la masonería proclama la tolerancia y el respeto a las convicciones religiosas y políticas de los otros, la autonomía de la persona humana, el amor a la familia, la fidelidad a la patria y la obediencia a la ley; que ella considera a todos los hombres hermanos, libres e iguales, cualquiera que sea su raza, nacionalidad o religión; que sus leyes, constituciones y reglamentos prohiben expresamente hablar o discutir sobre política o religión; que hubo incluso obispos, curas y frailes ilustres miembros de la masonería sin que hubiera percibido la más mínima dificultad contra su fe y sus convicciones católicas; que sus leyes y rituales exigen constantemente que el verdadero masón sea virtuoso, ejemplar, de buenas costumbres, muerto para el vicio, sin errores ni perjuicios, observante de la ley, patriota, cumplidor del deber, apóstol del bien, generoso, devoto, confiante, pacífico, hermano de todos, protector de las viudas, abogado de los oprimidos..."Sin embargo, también se exige al masón no profesar ideologías cristianas en sus principios, ser progresista, guardar los secretos, jurar bajo diversas penas incluída la muerte. En la masonería se dan misterios, secretos, esoterismo. Por eso los consideran secta. Lo afirmado consta en su documento oficial.

Doctrina.

No se puede hablar de principios universales que sean válidos para todos los masones, ya que hay diferencia entre ello. Sin embargo podemos decir que destaca el siguiente pensamiento.

La existencia de Dios.

Muchos masones lo aceptan como el "Gran Arquitecto del Universo". Se trata de un Dios constructor del mundo, ordenador de la materia. Falta la idea de un Dios personal con el que el hombre se puede comunicar. Lo más importante en la existencia de una "fuerza superior". Se cae en un deísmo.

La libertad.

Teóricamente los masones defienden el derecho a pensar libremente, a creer lo que cada uno desee. Pero ya hemos visto que a algunos masones les imponen normas y juramentos que les quitan la libertad. Cuando a uno le dirigen el pensamiento y le exigen no decir nada de los secretos que encuentre no le conceden una absoluta libertad de conciencia. Los masones no pueden fomentar la idea de Dios de una religión, porque irían contra su principio de máxima libertad.

Importancia de la razón.

Los masones le conceden toda la fuerza a la razón y a la conciencia, dicen que la razón es autónoma. Para los católicos la razón tiene importancia; pero la verdad se encuentra entre la adecuada relación entre la razón y la fe, entre razón y comprensión de la revelación divina. Así evita uno ser un "racionalista". Los masones basan su verdad en la razón y la ciencia.

Tolerancia e indiferencia.

La mayoría de los masones dicen que ellos son tolerantes con todos, que no imponen dogmas y que solo admiten lo que se discute racionalmente. Sin embargo el hecho de considerar todas las religiones iguales y no optar por ninguna es un indiferentismo religioso. Para el cristiano la revelación de Dios es garantía de verdad; en la Biblia explicitada por la Iglesia asistida por el Espíritu Santo está toda la verdad sobre Dios, el hombre y el mundo. No obstante la tolerancia, no se permite discutir los principios masónicos, cambiarlos.

La enseñanza laicista.

Los masones al tratar de mantenerse públicamente indiferentes ante la religión concreta han defendido los estados y la enseñanza laica o sin religión. Por eso han defendido tanto la separación entre Iglesia y Estado. También han luchado por escuelas públicas sin las clases de religión. Muchas veces su actitud privada ha sido deferente, ya que han enviado sus hijos a colegios católicos. Ciertamente Dios y la religión no estorban al hombre, sino que le ayudan. Los masones, al defender teóricamente la libertad de conciencia para no caer en el fanatismo, violencia e injusticia, terminan en la neutralidad. El mismo Estado tiene que ser indiferente y neutro respecto de las religiones concretas. Pero ya hemos señalado que no son neutros respecto de sus principios, doctrinas, rituales y normas. En el fondo se cae en un agnosticismo.

Moral y religión natural.

La moral no debe estar ligada a ninguna creencia religiosa ni basarse en pretendidas revelaciones divinas. Si queremos creer en las numerosas declaraciones oficiales, la finalidad de la masonería sería "el estudio y la práctica de la moral". Pero, hemos visto, una moral sin Dios, sin Cristo, sin Evangelio, incluso sin concepciones metafísicas.La religión oficial y pública debe mantenerse en los límites de la religión natural indicados por las verdades básicas pacíficamente aceptadas y comunes a todas las religiones.Además de esta religión común a todos, se deja a cada uno sus creencias individuales. Pero también existen críticas a la religión católica y sus prácticas. La masonería aparece como una sociedad secreta de fines filantrópicos y humanitarios. Su filosofía es religiosa, muy parecida al deísmo. (Deísmo = Palabra en extremo compleja. Se trata de un sistema que, si bien admite a un Dios personal, rechaza algunos de sus atributos positivos o, cuando menos, su acción reveladora. Es exactamente ese aspecto negativo que ya señaló Bossuet, calificándolo de "ateísmo disfrazado". Hacia la mitad del siglo XVI aparecen unos adversarios del cristianismo ostentando por vez primera el nombre de "deístas". Sin embargo, en Inglaterra es donde, en la segunda mitad del mismo siglo, se consolida dicha doctrina. Voltaire, Rousseau y los enciclopedistas fueron los que contribuyeron a su desarrollo en Francia. Gran parte de los errores propugnados por este sistema están solemnemente condenados por el Concilio Vaticano).En 1717 fue fundada la Gran Logia de Londres, por el reverendo anglicano James Anderson y por el hugonote refugiado Jean Theophile Desaguliers. Sus principios fundamentales, al inicio fueron: tolerancia religiosa; fe en el progreso de la humanidad; fe en Dios; cierto racionalismo que excluye las formas exteriores de la religión organizada como iglesia; aversión contra el sacerdocio oficial, contra la fe en los milagros y otros".

Relación con la Doctrina católica.

Entre la Iglesia Católica y la masonería se mantuvieron conversaciones oficiales en los años 1974-1980, por encargo de la Conferencia Episcopal Alemana. Se trató de constatar si la masonería ha experimentado cambios, tales que consientan a los católicos a pertenecer a ella. Se han estudiado los tres primeros estadios o grados de pertenencia a la secta. Después de atento examen, la Iglesia Católica ha constatado que existen contrastes fundamentales e insuperables. En su esencia la masonería no ha cambiado, la pertenencia a la masonería pone en duda fundamentos de la existencia de Cristo; debido a que no ha sufrido cambios en la actualidad se llegó a la conclusión obvia: No es compatible la pertenencia a la Iglesia Católica y al mismo tiempo a la masonería.Las razones son:a.         El relativismo y el subjetivismo son convicciones fundamentales en las actitudes masónicas. b.         El concepto masónico de verdad niega rotundamente la posibilidad de un conocimiento objetivo de la verdad. c.         El concepto masónico de religión es relativo: todas las religiones serían para expresar la verdad sobre Dios. d.         El concepto masónico del gran arquitecto del Universo es deísta, un Dios que no sería un ser personal, sino más bien neutral, un "algo". e.         El concepto masónico de Dios no admite la posibilidad de una verdadera revelación o automanifestación de Dios. f.          El concepto masónico de tolerancia no se relaciona solamente con las personas sino también con las ideas, aunque sean contradictorias. g.         Los rituales masónicos dan la impresión de ser, pero no son sacramentos. h.         El concepto masónico sobre el hombre perfecto: lo que vale no es la gracia sino la virtud, y está en un sentido de autorredención, que no deja lugar para la doctrina cristiana sobre justificación. i.          La espiritualidad masónica pide de sus adeptos una total y exclusiva pertenencia, dedicación y entrega, que ya no deja lugar para las exigencias espirituales de la Iglesia.

Organización.

Está organizado en ritos que se dividen en grados. Unos grupos tienen más grados que otros. Así el de York tiene 10 y el escocés 33.De esta forma presenta José Cabral los aspectos principales:

Los juramentos: Para cada grado de la masonería hay un juramento específico con las promesas evangélicas. La realidad es que el masón jura no revelar cosas que todavía no conoce.El ritual de iniciación: Para el primer grado (aprendiz) se le pone una venda en los ojos, y con vestimentas especiales se le conduce a la puerta del templo, donde él afirma que es un profano que se está allegando a la luz de la masonería. Y así, en forma semejante, se suceden los rituales para cada grado.

Los símbolos: Se usan mucho los instrumentos del albañil y del arquitecto, así como los que usaban los sacerdotes del Antiguo Testamento. El delta -triángulo que tiene en el centro un ojo que representa todos los atributos de la divinidad- se encuentra encima del trono del venerable Maestro, entre el sol y la luna, que representan las fuerzas del sumo Creador. La escuadra representa la mortalidad; el nivel, la igualdad y la plomada, la rectitudEl culto: El segundo código masónico dice que el verdadero culto a Dios consiste en las buenas obras. En el ritual empleado para el candidato a Maestro Masón (grado 3), el venerable abre y cierra el trabajo en nombre de Dios y de un patrono, digamos, "San Juan de Escocia". El absurdo es evidente.

Las oraciones: Hacen oraciones; con todo, no las hacen en el nombre de Jesús, como lo enseña la Biblia, ni tampoco lo mencionan a Él.Ceremonias fúnebres: En los funerales hay una ceremonia en la logia, sin la presencia del cuerpo del fallecido; otra en una iglesia o en una residencia; y otra en el cementerio. En todas ellas se enfatiza la salvación por las obras y se afirma que el fallecido está pasando de la logia terrestre a la logia celestial. Lógicamente, esta manera de hablar se fundamenta en que la masonería cree que su adepto está salvo: una salvación sin Cristo y sin su sangre expiatoria.

En cuanto al funcionamiento concreto nos encontramos con una logia que es una agrupación de masones, presidida por un maestro. Una obediencia o Gran Logia que es una federación de logias presidida por un Gran Maestro; estas son nacionales. Igualmente se llaman logias "a los templos o locales donde se reúnen o trabajan; también se llaman escuelas, talleres, templos o santuarios". El delantal es el símbolo del trabajo y de la jerarquía tradicional de aprendices, compañeros y maestros.

La Masonería I

El problema del origen y el origen del problemaContenido:

I.- ELPROBLEMA DEL ORIGEN.

1.   El origen "sociológico".  2.   El origen histórico. 

II.- UN MAPA 

1.   Las obediencias.  2.   Los ritos: Organizaciones para-masónica, y pseudo-masónicas.  III.- LOS ORÍGENES DEL PROBLEMA.  1.   ¿Existe una doctrina masónica?  2.   Una tipología de los "antimasones".  3.   Argumentos de la crítica a la masonería.  Algunas conclusiones.  DOCUMENTOS DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA EN RELACIÓN A LA MASONERÍA

I. EL PROBLEMA DEL ORIGEN.

Si se quiere entender que cosa es la masonería es necesario conocer su origen. Sin embargo, esta es una de las cuestiones más discutidas dentro de lo que son las investigaciones históricas. No obstante esta dificultad, se puede hacer una distinción clarificadora, distinguiendo entre lo que son los orígenes "sociológicos" y los orígenes "históricos" de la masonería.

1. El origen "sociológico".

La masonería surge en el ámbito cultural de la "modernidad", caracterizada por el fenómeno del "pluralismo" en lo social y doctrinal. La sociedad pluralista nace de la Reforma protestante y sus ulteriores fragmentaciones, luego se ve alentada por el "iluminismo" con sus variadas formas de racionalismo e incredulidad (deismo, agnosticismo,...) Paradójicamente una de las reacciones contrarias al fenómeno del "pluralismo", marcará notablemente el surgir de la masonería, se refiere al fenómeno de las "sectas", mundos cerrados "no plurales", agrupados en torno a un jefe carismático, que surgen como un refugio ante el pluralismo social y que contienen en muchos casos elementos de "esoterismo". Este itinerario sociológico demuestra, paradójicamente, la necesidad que tiene el hombre de poseer una "verdad" que apuntale su vida y la profunda desazón de vivir en un mundo de contradicciones. Cuando en la sociedad pluralista moderna se manifiestan contradicciones, los hombres reaccionan de tres modos: primero, sienten la necesidad de resolverlas; segundo, si no pueden resolverlas, optan por una evasión, buscando refugio en el sectarismo; tercera, tratan de dar una razón que haga compatible las contradicciones mediante el "relativismo y el sincretismo".

2. El origen histórico.

a. En general. Sobre la pista del origen "sincretista y esotérico", las investigaciones históricas nos llevan a la leyenda de los "Rosacruces", se trata de una confraternidad, fundada por un tal Christian Rosenkreutz (o Cristiano Rosacruz) que poseía el "núcleo secreto" común denominador de todas las religiones. Esta sabiduría se encontraba escondida en su tumba, la cual se supone que estaba escondida en un bosque alemán. La publicación de la leyenda apareció entre 1614-16 en tres libros titulados "Fama freternitatis", "Confessio" y las "Bodas químicas de Christian Rosenkreutz". En realidad no existieron ni los rosacruces, ni su supuesto fundador, el autor de la leyenda fue un pastor protestante alemán llamado Johann Valentín Andreae, que buscaba alentar la unidad, no obstante el relativismo de los protestantes frente al Papado y los Habsburgo. Durante el siglo XVI y XVII los rosacruces y su sabiduría fueron buscados. Uno de los lugares donde se buscaba con mayor interés era en las "corporaciones de artes y oficios" de Inglaterra y Escocia, las cuales contaban con un abundante bagaje de técnicas y simbolismos ("misteres" esta palabra originalmente tenía el significado latino de la palabra italiana "mestiere", esto es oficio .-. trabajo, pero por la influencia esotérica se interpretó como "mystery", misterio), estas corporaciones eran denominadas "free masons" en inglés, "franc maçons" en francés y "frammassoni" en italiano, "masones" en español. En forma por demás legendaria, remitían sus técnicas, artes y simbolismos a las grandes construcciones de la antigüedad como el arca de Noé, el templo de Salomón... etc. La entrada en estas corporaciones de elementos con un marcado interés esotérico, hombres, que no eran propiamente trabajadores de ramo de la construcción, mezcló la leyenda de los rosacruces con las leyendas propias del arte de las corporaciones. En un primer momento se distinguían los miembros de las corporaciones en "operativos" (trabajadores del ramo de la construcción propiamente hablando) y en "aceptados" (esoteristas que entraban en la corporación interesados en los secretos de los rosacruces y también por intereses de tipo social). Los textos que hacen referencia al origen de la masonería y sus "misterios", datan de los años 1390-1410, se trata de dos manuscritos titulados "Regius" y "Cooke", en ellos se relata una "historia antigua breve" y una "historia nueva larga". La "historia antigua breve", se remonta a un viaje mítico realizado por Euclides a Egipto, donde fundó un escuela del arte de la geometría y la construcción, arte difundido a muchos pueblos, pero en especial a los ingleses durante el reinado de Athelstan. La "historia nueva larga", por su parte se remonta a antes del diluvio a un tal "Jabal" constructor contratado por Caín y Enoch, que habría transmitido el arte de la construcción en laminas de oro, pero en forma secreta. Sucesivamente estos conocimientos fueron revelados a Abraham, el cual habría tenido a Euclides como discípulo y este a su vez los enseñó a los egipcios; de los egipcios este arte habría sido retransmitido nuevamente a los judíos y alcanzó su culmen en la construcción del templo de Salomón. Tras la destrucción del templo de Salomón el arte pasó a los cristianos. Depositarios de estos secretos habrían sido los "cuatro santos coronados" (constructores) y San Albano en Inglaterra, el cual con la ayuda del rey Athelstan los habría codificado. "La palabra masónica", fue un elemento que ulteriormente consolidaría la estructura de la masonería, comenzó siendo un "signo de reconocimiento secreto" para distinguir a los miembros "operativos" afiliados a las corporaciones, de los "cowan" obreros del ramo de la construcción independientes. Aunque sobre este término se desarrollaron también una serie de interpretaciones mágico.-.esotéricas. Tramite los "aceptados" las logias masónicas se fueron llenando de elementos esotéricos, los cuales al no poder ser ventilados abiertamente crearon una atmósfera de "secreto" en torno a la actividad de estas corporaciones. Así se llegó a la fecha del 24 de junio de 1717, fecha de la fundación de la masonería moderna. En esta fecha se funda la logia masónica de Londres, casi exclusivamente con miembros "aceptados", se trata de auténticos "especulativos" (hombres con intereses esotérico-filosóficos), se consuma así la separación de la masonería de la corporaciones de trabajadores y artesanos del ramo de la construcción. El pastor presbiteriano James Anderson - masón especulativo - es el encargado de reelaborar sus nuevas Constituciones; revisadas por un comité de masones estas constituciones son publicadas en 1723; las constituciones tienen cuatro partes: unas historia legendaria del orden y del arte masónico; los deberes "charges"; el reglamento de las logias; y una serie de cantos para los tres grados, aprendiz, peón (compagno) y maestro. La parte más importante de estas constituciones es las que habla de los "deberes", más en concreto los referente al primer y segundo deber, los cuales rechazan el ateísmo y promueven la adhesión al poder estatal, el tercer deber hace referencia al "secreto". Estos deberes aún son aceptados por muchas logias, pero han sido la causa de mucha polémica, de cismas y divisiones entre los masones. En las constituciones hay una referencia clara al esoterismo, al secreto y a un relativismo que coexiste con el deismo iluminista. El intento de conciliar todo esto, fue la causa de un primer cisma masónico, se acusó a la logia de Londres - los "moderns"- de un racionalismo inmoderado. En antagonista de ella se constituyó la logia de York - los Antients - "antiguos". Los cuales más esotéricos introdujeron un cuarto grado, de carácter sincretista, en la masonería, el grado llamado del "Arco Real", donde se acuña un nombre que pretende ser el común denominador de la divinidad, se le llama a dios "Jahbulon" o "Jah-Bel-On" (Jah de Jahveh, Bel del caldeo Baal y On de una divinidad egipcia). b. El origen de los "altos grados". La multiplicación de "altos grados" se debe a un prominente caballero escocés llamado André Michel de Ramsay (1686-1717), para hacer más atractiva y difundir la masonería entre la nobleza de Francia, introduce la convicción de que la nobleza europea ha entrado en la masonería desde la época de las cruzadas, haciendo de ella más que una realidad corporativa, una realidad caballeresca con una intrincada estructura de grados. También se relacionará la masonería una presunta continuidad de la orden de los Templarios. Los partidarios de los "altos grados" le dieron a la masonería un acento fuertemente esotérico y ocultista, desplazando en el continente europeo la influencia de las logias inglesas, más racionalista e iluministas. La pugna entre estas dos corrientes (esotérico-ocultista y racionalista-iluminista) tienen un fuerte enfrentamiento durante la Revolución francesa, donde prominentes masones "fríos" detentan el poder y persiguen a los masones de la llamada "corriente caliente". En el plano internacional, la masonería llega a los Estados Unidos en 1801, la primera logia, influida por los "altos grados", se funda en Charleston, ahí cristaliza la versión más difundida de la masonería, el "Rito escocés antiguo y aceptado" estructurado en 33 grados, el cual será difundido por Albert Pike (1809-1891).

II. UN MAPA

1. Las obediencias.

Las "obediencias" son federaciones adminstrativas de logias o de grupos nacionales de logias, que aceptan la prioridad de una logia originaria, o por lo menos aceptan el someterse a una cierta coordinación. Los "ritos", son sistemas de grados masónicos, en función de los cuales se prescriben ceremonias y características específicas. Eventualmente al interno de una misma obediencia, se pueden encontrar ritos diversos, sin que esto comporte un cisma. Y al contrario se puede encontrar el mismo rito en diversas obediencias. Esto en el plano teórico, pues en la práctica se dan cismas, divisiones y rivalidades, por motivos de obediencias y de ritos y por interferir los jefes de un ámbito en el de otro. a. En cuanto a las "obediencias" se pueden distinguir: * La obediencia de la "Gran Logia Unida de Inglaterra", reconocida como la "Gran Logia Madre" para todo el mundo, por la mayoría de los masones en el mundo (cerca de seis millones). Sus textos principales son "Basic Principles for Grand Lodge Recognition" (Principios para el reconocimiento de la Gran Logia) y "Aims and Relationships of the Craft" (Fines y Relaciones del Arte). Estos escritos determinan los criterios de "regularidad" masónica de la Gran Logia, los cuales son tres: - regularidad de origen (Sólo una Gran Logia puede fundar una logia regular, o tres logias regulares conjuntamente) - la regularidad de territorio (Solo se puede reconocer una Gran Logia por país). - regularidad de doctrina * Se necesita creer en Dios como el "Gran Arquitecto del Universo". * Usar "un libro que contenga la sagrada ley" -normalmente es la Biblia, en oriente puede ser otro * La exclusión de las mujeres. * La prohibición de discusiones políticas. No obstante estas bases deducidas de las "Constituciones de Anderson" su interpretación es muy variada y discutida. Se pone en entredicho la "regularidad", sobre todo de las logias de Francia, España y América Latina a las cuales se acusa de admitir ateos, de no usar la Biblia y de ocuparse de temas políticos (las logias se convierten en "núcleos de poder"), así como de admitir mujeres. b. El CLIPSAS Centre de Liaison et d'Information des Puissances maçonniques signataries de l'Appel de Strasbourg (Centro de Unión e Información de las potencias masónicas firmatarias del Apelo de Estrasburgo). Reúne desde 1971, los grandes Orientes de Francia, Bélgica y Alemania y las grandes logias de Holanda, Dinamarca e Italia. Estas "obediencias" denuncian el "dogmatismo" y conservadurismo de las logias anglosajones, y admiten en sus filas ateos, agnósticos y mujeres y no renuncian a una acción política en favor de los derechos del hombre y de la democracia. Aunque los logias de lengua española no adhieren formalmente al CLIPSAS, por lo general se encuentran en posiciones similares. c. La masonería de "franja". La Gran Logia Unida de Inglaterra, denomina masonería de "franja" (frangia) (fringe masonry) (al límite), al conjunto de "obediencias" cuyos intereses se centran en el ocultismo y la magia. Aspectos que la masonería "regular" ha ido progresivamente abandonando. Esta masonería de franja pretende ocuparse de los "grados superiores azules". El simbolismo de esta masonería se inspira en el antiguo Egipto. d. La masonería "irregular". Consideradas como "irregulares" (por parte de la Gran Logia Unida de Inglaterra y en base a las constituciones de Anderson) son las "obediencias femeniles y mixtas" surgidas con el propósito de reconocer con pleno título de pertenencia a la masonería a las mujeres. La principal logia "irregular" es "el orden mixto Le Droit Humain" fundada por la feminista María Deraismes en 1893 en Francia. Una mención aparte se debe hacer de las logias "de adopción", las cuales son simple auxiliares que organizan a las hijas y esposas de los masones, sin considerarlas propiamente miembros de la orden. 2. Los ritos. En las enciclopedias masónicas se encuentran centenares de ritos (sistemas de grados). a. Al centro de los ritos se encuentra el "rito de Emulation", el cual nace de la Gran Logia Unida de Inglaterra con sus tres grados básicos, aprendiz, peón y maestro, y es el más difundido en el mundo. *. En este rito cada grado tiene jerarquías propias. En algunos lugares tiene "grados complementarios" como el grado del "Arco Real" grado complementario del "maestro" o el grado "Mark Master" que complementa el de "peón". * En la masonería anglosajona se encuentran también difundidos los grados "Knights Templar". b. En los Estados unidos se encuentra largamente difundido el "rito de York", el cual reúne los grados del "Arco Real", el "Marco" (grados del cuarto al séptimo), los grados "crípticos" (del octavo al décimo) y cuatro ulteriores grados "templarios". c. Otro rito largamente difundido es el "Rito Escocés Antiguo y Aceptado", dividido en 33 grados, donde los masones más importantes son de grado 33, cosa que no necesariamente ocurre en otros ritos. d. Hay un "rito francés", mucho más simplificado y escaso de grados y ritos más complejos como los de la masonería egipcia, el rito de "Menphis" tiene 92 grados y el de "Misraïm" 90. 3. Organizaciones para-masónica, y pseudo-masónicas. a. Las organizaciones "para.-.masónicas", no forman propiamente parte de la masonería, sin embargo se distinguen por contar entre sus miembros, casi exclusivamente masones, algunas de las más importantes son: La organización "Shrine" .-.el Santuario.-. (Ancient Arabic Order Nobles of the Mystic Shrine), organización filantrópica con una marcada simbología islámica, que reúne a una élite masónica y es notable por sus obras benéficas sobre todo en el sector de los hospitales infantiles en los Estados Unidos. La "Societas Rosacruciana de Anglia" Inicialmente reservada a masones y lugar de incubación del más famoso orden de magia ceremonial moderno, la "Golden Dawn" Aunque no son propiamente organizaciones masónicas, los masones han estado a la base de organizaciones esotéricas, ocultistas, movimientos que están a mitad de camino entre lo religioso y lo mágico como la "Sociedad Teosófica" o la "Sociedad Antroposófica". b. En la literatura masónica se encuentran organizaciones pseudo.-.masónas, que remitiéndose a la masonería organizan actividades filantrópicas y conceden "grados", más como actividad lucrativa, que como participación de logias regulares. En realidad se encuentran fuera de ella. Un ejemplo de estas organizaciones es la "Prince Hall Freemasonry" que sería el equivalente de la logia masónica para los negros americanos, los cuales han sido largamente excluidos de la masonería. c. Finalmente encontramos, organizaciones simil.-.masónicas, las cuales hoy por hoy están desapareciendo: sin tener un vínculo formal con la masonería, se inspiran en el modelo de la "fraternidad moderna" que es la masonería.

III. LOS ORÍGENES DEL PROBLEMA.

1. ¿Existe una doctrina masónica?

Analizando las Constituciones de Anderson, es muy poco lo que se puede encontrar como "contenido doctrinal". Explícitamente se habla de excluir discusiones de religión, nación o política. Ello hace que no se encuentre casi nada de doctrinal en las Constituciones. Se hace una referencia genérica a la "ley moral" (natural) y al "sustrato religioso sobre el cual todos los hombres están de acuerdo". Se presenta genéricamente un "deismo" orientado a un teísmo personal y poco más. La masonería tal como surge de sus raíces anglosajonas, se presenta no como una "doctrina", sino como un "método" que propone la libre discusión de problemas y aporta soluciones según el parecer de lo que parece justo y verdadero a la mayoría de los hermanos. La discusión tiene un límite: "no está permitido poner en tela de juicio la existencia de Dios" aunque no se sabe de que tipo de Dios se habla pues ni siquiera sobre un modelo monoteísta se ha llegado a un acuerdo. En realidad el único límite de la discusión, es "el mismo método", este es lo único que no se cuestiona todo lo demás es susceptible de cuestionamiento. Por ejemplo, quien propone la unicidad de una verdad, de una religión, de un camino, se coloca automáticamente fuera del método masónico. El ex.-.Gran Maestro del Grande Oriente de Italia, Armando Corona, declaraba: "el principio fundamental masónico es aquel según el cual no existe una única religión para llegar a la Salvación". Un famoso masón francés, Alain Gérard se expresaba así: "la masonería del Gran Oriente de Francia, no es una religión, ni una filosofía, solamente "un método". - Este método, según Gérard, no impide el tener opiniones propias bien definidas. - Pero impone a todos el "ponerlas a discusión", esto es, aceptar que en la eventualidad de que en la logia, se analicen, sean cuestionadas y se tome la hipótesis de que puedan ser falsas (o puedan ser superadas por una síntesis mejor), o puedan pasar la prueba. Todo ello según los principios de un debate libre. Aquí está la raíz del problema con las comunidades cristianas y en especial con la Iglesia católica, ya que ella enseña verdades "no negociables", en cuanto que no se consideran de origen humano sino divino y por ello no se pueden "poner en discusión" con una perspectiva revisionista o de eventual abandono. Para comprender esta forma de proceder hay que tener en cuenta el origen sociológico de la masonería, el método masónico hace frente al pluralismo ideológico, proponiendo como clave de comprensión el "relativismo". Aunque los masones rechazan esta expresión, en cuanto que ellos no rechazan la adhesión a la verdad. Sin embargo es lo que ocurre de forma implícita. El escéptico piensa que no existe la verdad y el escético práctico piensa que no es importante, a diferencia de ellos el relativista se adhiere a alguna verdad, pero considera la verdad como algo que depende de una variante independiente, que en cuanto tal, la determina. Esta variante independiente puede ser la razón humana. Afirmar que el método masónica se sitúa en el horizonte del "relativismo", no significa acusar a los masones en su conjunto .-.o apersonas concretas.-. de negar la cognosibilidad filosófica, o la relevancia existencial de la verdad. Significa constatar que se trata de un método que promueve una visión de la verdad como relativa y condicionada por variables independientes que la determinan, y esta es precisamente la definición del relativismo. Teniendo en cuenta el origen sociológico de la masonería y el método aportado explican el éxito de la masonería. Ya desde el 1700 y sobre todo el siglo pasado, la masonería latina ha elaborado una serie de posiciones doctrinales más precisas, promoviendo el anticlericalismo, el licismo, el naturalismo en todos los sectores. Batallas como la laicisación de las escuelas, el divorcio, y más tarde el aborto han sido promovidas por obediencias masónicas latinas, cuyo anticlericalismo ha llego a tonos virulentos. La masonería "regular" ha precisado que se trata de obediencias separadas de la Gran Logia Unida de Londres, que han violado la prohibición de tomar partido en cuestiones religiosas y políticas. En cierto sentido no es de extrañar estas posturas extremas, en cuanto que se derivan de las premisas relativistas y deístas del método. No obstante hay que afirmar que el uso del método es común a toda la masonería. Este método no es un simple "técnica", implica un horizonte ético.-.filosófico que condividen los miembros de la logia, para que pueda funcionar. El Rev. Joseph Fort Newton, publicó en 1914 la obra "The Builders" donde admite la centralidad del método masónico y explica que su principio se encuentra en "la filosofía masónica", la cual tiene su punto clave en la idea de que el alma humana es "afin" a Dios y por ello dotada de poderes a los que nadie puede fijar un límite, esto es un hecho y por ello su libertad debe ser un derecho, en torno a ello se postula la libertad de conciencia y de intelecto y la igualdad de todos los hombres ante Dios y la ley. La referencia a Dios no se encuentra en la masonería Francesa y latina más anticlerical. Desde el punto de vista "filosófico" el horizonte del método masónico .-.sin el cual el método mismo sería ininteligible o impracticable.-. comprende: a. Un principio epistemológico de tipo realista. Aunque no se concede la posibilidad de llegar a afirmaciones definitivas "dogmáticas" de la realidad, se acepta la consistencia del ser del mundo y la posibilidad de llegar a afirmaciones "razonables" sobre él. b. Un principio antropológico de tipo antropocentrista. Según este principio el hombre es libre y se encuentra al centro de su mundo. c. Un principio filosófico de tipo "espiritualista". Según este principio tanto en el mundo como en el hombre hay "algo más" tanto desde el punto de vista "inmanente como trascendente". La masonería francesa y latina, se inclina por una inmanencia de tipo materialista, contraria a la trascendencia sostenida por la Iglesia católica y afín a corrientes anticlericales e izquierdistas. Estos presupuestos son los más largamente aceptados, aunque habría que decir que en las diversas obediencias se marcan los acentos más en algunos aspectos que en otros, dando como consecuencia que se podrían distinguir corrientes filosóficas diversas en las diversas obediencias.

2. Una tipología de los "antimasones".

a. El antimasonismo laico. Este antimasonismo, recrimina a la masonería su carácter secreto y de élite, máxime cuando en algunas logias se concentran hombres que tienen el poder político o económico, ya que esto es poco compatibles con los ideales democráticos. Con frecuencia estas críticas han surgido de ambientes comunistas en occidente. Ellos acusan a la masonería de incubar, relaciones con la mafia, de corrupción política... Por lo demás la consideran una organización "poco laica", conservadora en cuanto vinculada a formas de espiritualismo y esoterismo, y aunque liberales en lo político, se trata de un liberalismo individualista de tipo burgués que ha pactado con es estatismo. b. Reacción religiosa protestante contra la masonería. Los protestantes acusan a la masonería de conservar residuos de doctrina católica, sea por su origen .-.hay que recodar que las corporaciones de constructores donde nace tiene un fuerte sustrato católico.-. sea por al aceptación de que la salvación se obtiene pos los obras y no por la fe. Para ellos la masonería sería una caricatura de cuanto enseña la Iglesia católica. c. La reacción católica contra la masonería. Aquí encontramos dos tradiciones, una que podría describirse como "diabólica" .-.pronta a aceptar una relación directa entre el Demonio y las logias.-. y otra que enfrenta la masonería en el terreno de lo filosófico, cuestionando el método y sus presupuestos.

3. Argumentos de la crítica a la masonería.

Estos argumentos se recaban del un artículo publicado en "L'Osservatore Romano" el 23 de febrero de 1985. a. Argumentos prácticos. - La cuestión del secreto. El secreto viola la libertad del masón pues el iniciado desconoce en lo que se mete, quedando después condicionado e instrumentalizado en función de estrategias que el ignora. Al límite no permite al iniciado saber hasta que punto esta entrando en una logia masónica regular o en alguna organización parecida o pseudo.-.masónica, las cuales en muchas ocasiones son de carácter ilegal, así llamadas "obediencia salvajes". - La "machinatio". Esta segunda razón "práctica" hace referencia a la "hostilidad .-.al menos de una parte importante.-. de la masonería en relación con la Iglesia". Sobre todo la masonería latina tiene un marcado acento anticlerical y laicista, que eventualmente se extiende a la promoción de leyes y antivalores cristianos .-.en Estados Unidos la masonería ha apoyado leyes para favorecer el aborto, quitar todo signo religioso de las escuelas, favorecer a los homosexuales, la pena de muerte...- - La promoción del ocultismo. Aunque ha tendido a desaparecer, sobre todo en la masonería de la corriente fría .-.más racionalista y deista.-. en la masonería de franja es un argumento que no se puede dejar de lado. b. Argumentación doctrinal: la crítica del método. La remoción de los argumentos prácticos no hacen automáticamente compatible la masonería con al confesión católica, no así en denominaciones protestantes (como los Bautistas del Sur en los EE. UU.). A la base del rechazo católico de la masonería, no sólo están los argumentos prácticos, sino la irreconciliabilidad de los principios del método masónico con la fe. Dicho simplemente, el tipo de relativismo que conlleva el "método masónico", aún y cuando no se haga una profesión explícita de él, hace imposible el acto de fe tal y como lo entiende la Iglesia.

Algunas conclusiones.

a. Hay que distinguir entra la masonería y las masonerías. Una cosa son los principios teóricos y otra las realidades concretas y particulares. b. Hay que distinguir entre el método masón y sus resultados. No obstante que el método es común los resultados pueden variar de rito a rito, de obediencia a obediencia... c. Hay que distinguir entre los diversos tipos de crítica a la masonería. d. Hay que distinguir entre "diálogo" y doble pertenencia. Eventualmente la Iglesia puede y ha dialogado con la masonería pero siempre ha rechazado con claridad la posibilidad de una doble pertenencia. e. Hay que distinguir entre masonería y los nuevos movimientos religiosos o nueva religiosidad f. El peligro. La práctica habitual del método masónico, se manifiesta hoy como algo particularmente insidioso ya que coincide y corresponde plenamente con ciertas convicciones que prevalecen en la mentalidad contemporánea, sobre todo con la convicción de que la verdad no pueda llegar a conocerse, característica típica de nuestra época y al mismo tiempo elemento esencial de la crisis que padece la cultura occidental. DOCUMENTOS DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA EN RELACIÓN A LA MASONERÍAHay 586 intervenciones del Magisterio de la Iglesia en relación a la masonería. La más significativas son: I. Carta apostólica "In eminenti apostolatus specula" del Papa Clemente XII, del 28 de abril de 1738. En ella se pone en guardia contra la naciente masonería y su papel substitutivo de un auténtico ecumenismo. II. Cuatro fases sucesivas: A. Del 1738 al 1903. Destacan la carta apostólica de "In eminenti..." y la encíclica "Humanum genus" publicada por el Papa León XIII en 1884, ella ha sido la base de las condenas masónicas. B. Del 1903 al 1962: Desde San Pio X hasta la apertura del Concilio Vaticano II. Emblemático es lo que aparece sobre el tema en el Codex Iuris Cononici del Papa Benedicto XV de 1917, ahí el canon 2335, art. 247 condenaba la masonería. Luego la ulterior confirmación de este canon por Juan XXIII en 1960. C De 1962 a 1981 el silencio del Magisterio. D. Desde 1981 hasta nuestros días. De particular importancia son el Códice de Derecho Canónico de 1983 y la "Declaración sobre la masonería" publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, en el mismo año. III. Argumentaciones de fondo del Magisterio. A. Relativismo religioso. B. Relativismo filosófico y escepticismo. C. Relativismo moral privado y público. IV. Formulación jurídica del juicio, su comprensión y el desarrollo de su motivación.

En su primera codificación, a tenor del can. 2335 venían excomulgados ipso facto aquello que dan su nombre a una secta masónica o a asociaciones del mismo género...